La Asamblea Extraordinaria de Socios del Zamora Club de Fútbol dejó varias conclusiones estructurales pero pocos atisbos de mejora, al menos al corto plazo. En torno a dos centenares de personas acudieron a la llamada de su club para interesarse por la situación que atraviesa la entidad. Una entidad que a día 31 de octubre de 2015 debe 302.797 euros. Una cantidad que presumiblemente irá en aumento teniendo en cuenta que restan aún muchos meses para que finalice la temporada.
Para intentar paliar la situación económica, la directiva presentó varias medidas que podrían ayudar a recaudar ingresos. Ninguna de ellas especialmente drásticas, salvo el punto en el que Segismundo Ferrero advirtió que no descartan en próximas semanas devolver la gestión del estadio al Ayuntamiento de Zamora al no poder asumir los costes que supone la instalación. A partir de ahí, medidas del tipo de la venta de lotería de Navidad, la venta de merchandising en el periodo navideño, el lanzamiento de un nuevo modelo de rasca con regalos, y algunas iniciativas relacionadas con redes sociales y publicidad.
Tras explicar estas medidas, la junta directiva a petición de los socios presentes puso su cargo a disposición de los abonados, pidiendo el respaldo o no de los presentes. En esa votación, se contabilizaron 102 votos a favor (Segismundo Ferrero sumó 46 más 56 y dio 100 en vez de 102), 0 votos en contra y 46 socios que prefirieron no pronunciarse. Por lo tanto, algo más de dos tercios de la sala aprobaron la continuidad de la actual junta directiva, mientras que nadie pidió su marcha.
Todo después de que en los primeros compases de la asamblea la directiva expusiera los números del club y que derivan en lo realmente importante, que es el club debía a 31 de octubre una cantidad de 302.797 euros. El cómo se ha llegado hasta ahí se explicó en la exposición previa y se enfangó aún más en un turno de ruegos y preguntas en donde Isaac Macías y Maxi Martín trataron de defender su gestión, y donde Alfredo Rodríguez Santa Cecilia pidió la dimisión de la junta directiva para convocar elecciones como forma legal de que nuevas personas pudieran acceder al cargo. También, y como se esperaba, no se aprobó la realización de una auditoría al exponer los directivos que costaba en torno a 20.000 euros y que debía ser sufragada por el propio club.
Además, durante la exposición de los datos económicos, el presidente aprovechó para lanzar un mensaje en el que asumió errores en su junta directiva como haber embarcado al club en el contrato con la firma deportiva Puma o en la campaña de socios '2x1'. Eso sí, pese a asumir errores, también achacó la situación del Zamora al ambiente ‘guerra civilista’ que existe en la actualidad en el Zamora Club de Fútbol. “El problema de este club no está tanto dentro sino fuera. Cinco directivas en cinco años lo demuestran. Demuestran que el error no solo puede ser de los que estamos dentro. Son demasiados palos en las ruedas los que se ponen por personalismos e intereses que existen fuera del Zamora y que han convertido al club en un campo de batalla”, se quejaba Segismundo Ferrero. Una situación insostenible que a juicio de Ferrero salpica al tema deportivo y económico “ya que los jugadores perciben esta situación y los posibles anunciantes, empresas o fuentes de financiación también”, zanjaba.