REVANCHA. Había ganas, claro que las había. Porque yo creo en esta sana rivalidad. Es decir, no las había porque tengamos mala relación. Jordi me parece un pedazo de entrenador, Cartagena me parece un pedazo de equipo. El año pasado el equipo y la afición se comportaron increíblemente bien. Pero esta es la parte bonita del deporte. Qu se establezcan una serie de rivalidades y cuentas pendientes que hace que este tipo de partidos tengan un poquito más de cosa. Pero más allá de eso, una victoria para nosotros en esta liga es para hacer una fiesta cada día y celebrarlo como se merece. Y dos días después empezar a preparar el siguiente partido.
GESTIÓN DEL PARTIDO. No sé si hemos sabido muy bien, pero tengo que decir que Cartagena es extraordinariamente bueno en eso. Si esta semana habíamos hablado con los jugadores de una característica de Cartagena es la resiliencia. No paran. Lo demostraron el año pasado. Nosotros lo teníamos muy claro. Ha estado muy bien que nuestro acierto en la primera parte y en el inicio del segundo tiempo nos ha permitido tener un colchón para cuando ellos han jugado superbién hayamos sido capaces de aguantarles.
POSIBLE DERROTA. Lo he pensado porque los conozco a ellos. Y porque tienen un juego distinto a la mayoría de nosotros. Y no es fácil para los entrenadores y jugadores rivales el replicarlo o saber cómo hacer las cosas. Estábamos todos en el Pabellón diciendo que claro que pueden.
DEBUT SOÑADO. El organizar eventos de este tipo y hacerlo de esta manera no es labor mía ni del equipo, es de la gerencia, de los voluntarios, de toda la gente que está llevando al club a un sitio en el que no se había estado y donde se demanda un gran nivel de exigencia y profesionalidad. Y lo están haciendo muy bien. A mí lo que más me gusta es la sensación de crear una identidad. Vamos a tener días malos, seguro, pero todos nos estamos acostumbrando a que cuando juega el CB Zamora hay líneas rojas. Los chavales son respetuosos, van al máximo, no decaen, el equipo siempre está por encima de lo individual. Tengo mucha suerte de llevar un grupo de chavales que entienden a la perfección que el nosotros está por encima del yo. Si a eso le sumamos las victorias, pues hoy es un día para estar muy felices, pero conscientes de que cada victoria es un mundo.
ESTUDIANTES. No me vais a escuchar ni una sola vez la clásica de 'esta no es nuestra liga', 'bueno si se pierde allí no pasa nada'. Dije, y lo repito, que nos hemos ganado el derecho a estar en esta competición. Y si estamos en la misma competición, los dos equipos vamos a jugar un partido y podemos entender un montón de cosas. Que ellos tienen mejores jugadores, mejores entrenadores, más presupuesto, lo que quieras, pero la identidad tiene que ser de 'demuéstramelo y gáname'. Cómo no voy a respetar a Estudiantes, pero vamos a ir a por todas. Y si demuestran que son mejores y nos ganan, pues intentaremos ir a por todas igualmente en el próximo partido. Y previo a eso, jugamos el martes un partido de Copa España en Valladolid y si ganamos de seis o más, tenemos opción de ganar a la siguiente ronda. Así que ahora nuestra cabeza no está en Estudiantes.
NIKIC. El otro día, a los cinco minutos de entrar, se tuerce el tobillo y ha estado parado hasta el jueves. Ha hecho el esfuerzo de ver si tenía que ayudar y hemos considerado que entre Omar y Jonas no era necesaria su aportación.
JACOB. Se ha dislocado el dedo. Cuando ha saltado, tiene una herida y se le ha salido y se le ha colocado. Ahora a ver qué dicen los doctores y cuál es el proceso a seguir con él.
QUEDA MUCHO. Llevamos cuatro jornadas. En una liga de 18 equipos, podemos empezar a hablar algo en la jornada 17, cuando todos los equipos hayan jugado contra todos los equipos. Ahí será el momento de poder decir que estábamos capacitados para otra cosa. No podemos tener eso en la cabeza. Nosotros salimos, defendemos, curramos, entrenamos como los que más y respetamos absolutamente a cualquier rival que tengamos enfrente.