Duele más la derrota o la forma. Seguro que la forma no. Lo primero de todo felicitar a Valencia porque han demostrado que pese a la juventud que tienen son dignos finalistas de esta competición. Ha sido un privilegio jugar esta semifinal contra ellos. La forma la firmo siempre. Lo que no está bien es perder sin opciones. Perder contra un equipo que se deja el alma, que remonta cuando parece que todo está perdido, que hace creer que es lo más bonito del deporte, que levanta a todo un pabellón para que anime, y en la última acción perdemos la bola… eso lo firmo siempre. Duele más la derrota y no la forma.
Valoración del partido. Lo primero que me viene a la cabeza es cabreo conmigo mismo porque la eliminatoria se pierde en Valencia y creo que no hice un buen trabajo y es culpa mía que los jugadores no tuvieran su mejor día y nos trajimos una desventaja que era muy complicada de enjugar. Aquí no puedo pedirles nada más a los jugadores. Todo los que han saltado a la cancha han hecho todo lo que les he pedido. Han estado con los cinco sentidos. Han puesto el equipo muy por encima de lo individual. Habíamos hablado que no se bajasen mentalmente hasta el final del partido porque con el pabellón lleno se les podía hacer largo. Cuando al iniciar el último cuarto estábamos 16 abajo la sensación podía ser que era casi imposible y les recordé que habíamos hablado que queríamos estar en esa situación. Después de hacer un esfuerzo brutal, hemos tenido el tiro para pasar a nuestra primera final de ascenso a LEB Oro. No puedo pedir más. Agradecerles el esfuerzo hecho hoy y la imagen dada durante la temporada. Siempre les digo que ellos representan un club y no se le representa ganando o perdiendo, se le representa con unos valores que son el respeto y el esfuerzo y estos jugadores han honrado esta camiseta durante la temporada. No tengo ni una pega en su trabajo diario, en su compromiso conmigo y con el club y ha sido un privilegio ser su entrenador este año.
Victoria amarga. A nivel personal me pasa una cosa y es que cuando me vuelco con algo voy al 300% incluso aunque los demás piensen que es casi imposible. Yo empecé a decir las palabras LEB ro hace 3 o 4 años y sonaban como a risa y hoy no suenan tanto a risa. Sé que desde fuera puede parecer que hemos crecido y seguro que hemos crecido como club pero desde dentro hemos perdido una oportunidad súper chula de conseguir algo histórico para el baloncesto en la ciudad. Este año contábamos con dos jugadores que eran diferenciales en la categoría que es complicado con el presupuesto que manejamos. Ellos nos han llevado hasta aquí con la ayuda de los compañeros y hoy la única sensación que tengo, aunque sea de orgullo, de tristeza por no haber conseguido lo que mi cabeza decía que podíamos conseguir.
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