En la Liga Challenge no hay rival fácil. El Castellón no fue menos. Su situación clasificatoria (duodécima) no refleja el buen juego de un conjunto valenciano que lució en el Ángel Nieto un juego combinativo que enloqueció por momentos al Zamarat. Sara Castro (17 puntos) fue el faro que iluminó al Zamarat (72-60), también es destacable de la actuación conjunta de Bratka (5 puntos) y Polleros (13 puntos).
Las pupilas de Ricardo Vasconcelos, sin Knezevic, Davinia ni su principal baza, Puiggros, igualaron el ritmo alto de su rival. En el primer cuarto se puso sobre la mesa la velocidad, la fluidez y la capacidad asociativa de ambos equipos. Mandaba el Zamarat en el electrónico, con ligeras ventajas. El Castellón no se despegó de las naranjas. Un pequeño respiro con el 15-14 en el electrónico.
Sara Castro y Soeiro dieron rienda suelta a su calidad. Ha sido un acierto desde la dirección naranja pescar a Castro: es dura en defensa y punzante en ataque. Cuando parecía que el Zamarat cogía impulso, el Castellón acribilló a base de triples. Laura Campos y luego Mariana Mateus provocaron el apagón naranja (28-29). Era el momento de solicitar tiempo muerto para aclarar las ideas y recomponerse. Pero la arenga no surtió el efecto esperado. Mariana enmudeció el pabellón con otro tiro exterior y al Zamarat se le hizo pequeño el aro (28-34). Emergió Soeiro para dar oxígeno (33-34), aunque hubo que reflexionar en el vestuario.
El paso por los vestuarios tampoco despejó mucho el horizonte. Sí que es cierto que con Sara Castro se ve diferente. Las imprecisiones reinaron en los primeros minutos del tercer cuarto. Scott tuvo la igualada, pero falló en su lanzamiento. El Castellón se cerró bien e impidió a las naranjas penetrar a canasta, especialmente a una Scott que se veía rodeada de tres rivales cada vez que se adentraba en la zona (39-43).
El despertar del Zamarat vino de la mano de la incombustible Sara Castro. La canaria asistió para que Bratka pusiera por delante a las naranjas tras minutos de apuros (45-43). Con Bratka y Polleros en el tapete, el guion cambió. La presencia de los dos pívots naranjas aportó envergadura en el juego interior (50-46).
La conexión entre Polleros y Bratka continuó en el último cuarto. Las dos jugadoras se entendieron a la perfección en la pista. Sin duda, el partido se decantó con ellas en pista. Además, las naranjas estuvieron bien para recoger los reboets defensivos (67-55). Con menos de dos minutos por jugarse la distancia era de 14 puntos (69-55). La decimonovena victoria fue trabajada. Nunca hay que desprenderse del mono de trabajo (72-60)
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