La tarde prometía. El palista zamorano Carlos Garrote realizaba el saque de honor en la previa del duelo. El piragüista se proclamaba hace poco más de una semana subcampeón del mundo de pista en K2 200 metros y en K4 500 metros, esta última disciplina será olímpica en Tokio. Ante esos logros, la directiva del Zamora creyó oportuno rendirle un homenaje en la previa, y por eso realizó el saque de honor ante la ovación de los aficionados. La presidente del club, Didia Liedo, le regalaba un libro de los cuarenta años del Zamora y una bufanda que se colgaba al cuello.
El homenaje dio paso a un duelo de poco brillo para el Zamora, por lo que los hinchas no llegaron a engancharse en exceso con el juego de su equipo. Tan solo dos chispazos en la primera parte, con el gol incluido, levantaron algún aplauso entre el respetable. Una situación que se agudizó en la segunda mitad, con una afición que sufría ante la inoperancia del Zamora para crear juego y con la remontada de La Bañeza.
El gol de Fer a falta de diez minutos y el empuje del Zamora en ese tramo final, fueron los únicos instantes en donde la afición realmente se ilusionó con su equipo, en busca de una victoria que finalmente no llegaría. Con el pitido final, cierta apatía en un graderío que confiaba en sumar la tercera victoria consecutiva.
Una vez terminado el choque, la directiva del club rojiblanco entregaba el paquete de regalos a los socios de número que cumplían años en las últimas semanas.
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