El partido empezó bien para los morados, que se adelantaron en el marcador en el ecuador de la primera parte gracias a un tanto de Javi Sánchez. Sin embargo, todo se torció cuando, en el minuto 38, Miguel cometió un claro penalti que le costó la expulsión y que supuso el empate a uno.
A pesar de todo, los morados reaccionaron bien a la adversidad y le imprimieron intensidad al partido para tratar de contrarrestar la situación de inferioridad. El equipo zamorano se replegó bien y golpeó cuando pudo; mostró más hambre que el Guijuelo y encontró el premio del gol en el minuto 65, cuando Juli, uno de los centrales del equipo, aprovechó una acción a balón parado para llevar el 2-1 al marcador.
A partir de entonces, el San Lorenzo supo medir los tiempos del partido y llevó el duelo a su terreno ante un rival impotente que apenas inquietó a Mario, el improvisado guardameta que, eso sí, cuando tuvo que intervenir lo hizo con gran acierto.