Balonmano Zamora y Trops Málaga se veían las caras en un pabellón Ángel Nieto desalentador, sin público, a puerta cerrada. Los dos conjuntos llegaban con muchas urgencias al choque, en un mal arranque liguero que les hacía ocupar dos de las últimas cuatro plazas de la clasificación al empezar el encuentro. La irregularidad y la escasa consistencia en el juego es lo que más está penalizando a ambos equipos en el inicio liguero y esa inconsistencia se reflejó en el partido, con demasiadas lagunas en ambos bandos.
Fue un choque de muchas rachas. La escuadra de Daniel Ibáñez empezó con ímpetu y con las ideas muy claras. Apoyados en un enorme Oliva en la portería, realizaron una defensa casi infranqueable para dejar inéditos a los zamoranos durante muchos minutos de juego. El primer tanto del Rutas del Vino llegó en el minuto 5, mientras que el segundo no llegaba hasta el 12. Por su parte, en ataque, los malagueños estaban fluidos en ataque, circulando muy rápido el esférico y aprovechando sin fallos sus visitas al punto de penalti. Así conseguían la primera renta de 2-7 que obligaba al entrenador local a solicitar el primer tiempo muerto del duelo.
Tras ese tiempo muerto cambió la tendencia. Lo que antes era una buena defensa de Málaga se convirtió en un gran ataque local. Además, Lautaro tomó el protagonismo también en el Rutas del Vino y secó cada intento andaluz de encontrar la red. Tal fue la reacción local y tan grave la laguna malagueña, que Ibáñez tuvo que pedir tiempo muerto con empate a 9. De ahí, y hasta el descanso, intercambio de golpes para llegar al asueto con ambos equipos firmando tablas a 11 dianas.
El paso por vestuarios dejó un encuentro muy abierto, pero otra vez fue Trops Málaga el que mandaba en el marcador, el que llevaba el peso del partido y el que obligaba a ir a remolque a un Rutas del Vino que no terminaba de estar cómodo y que echaba en falta el aliento de su afición; una hinchada que tantos puntos le ha permitido amarrar en el Ángel Nieto. Al paso del minuto 38, Málaga lograba la máxima ventaja del segundo acto con un 12-15. Pero de nuevo fue incapaz de mantener ese buen tono ante un Balonmano Zamora que penalizaba cada fallo para salir rápido en transiciones ofensivas vertiginosas.
Se entraba en los últimos diez minutos de partido con el choque en un puño. 19-20 para Trops Málaga pero con la sensación de que cualquier cosa podía pasar. Los de Ibáñez no habían sido capaces de matar el partido y el Rutas del Vino, aunque a trompicones, nunca se fue del partido. Tanto es así, que a falta de seis minutos, el BM Zamora tomaba la delantera en el marcador por primera vez en el segundo acto: 21-20.
Llegados a ese punto era un cara o cruz y la victoria caería de lado de aquel que supiera calmar más sus nervios. En ese tramo final Trops Málaga fue por delante, pero no supo jugar con cabeza, y a Rutas del Vino, que entraba ganando por un gol en el último minuto le sucedió lo mismo, ya que los de Ibáñez encontraron la fisura justa en la defensa local sobre la bocina para empatar con un tanto de Agustín Vidal que permitía el reparto de puntos con el 23-23 definitivo.
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