Mañana de ilusión la del sábado en el Ruta de la Plata. El Zamora afrontaba una eliminatoria de Copa del Rey ante el Mallorca que podía ser histórica para sus intereses. La afición era consciente de ello y respondió a la altura, siendo 3.306 espectadores en la cita sabatina.
Las gradas se fueron llenando con el paso de los minutos y mostraron su entusiasmo con la salida de los jugadores al terreno de juego. Aplausos y caras de ilusión para una cita señalada en rojo en el calendario.
Con el pitido inicial el sentimiento cambió. El Mallorca dominó y secó a un Zamora incapaz de conectar pases y encontrar su característica fluidez. Así, el público comenzó a sufrir y a pelear cada jugada junto a sus jugadores. El paso de los minutos hizo vislumbrar ciertos toques de alegría con alguna que otra acción aislada, pero el gol de Febas en el minuto 26 supuso un jarro de agua fría para una grada que estaba viendo el mejor tramo de los suyos hasta el momento.
A partir de entonces, cada acción señalada por el colegiado se convirtió en una pugna por sacar algo favorable para los intereses locales. Guerra sin cuartel que no tuvo un gran efecto, pues un posible penalti a Valentín se quedó en nada y algún que otro balón dividido se decantó para los mallorquines. Decisiones que caldearon el ambiente hasta llegar a los cánticos de ‘fuera, fuera’ cuando los equipos se marcharon a vestuarios con la señal de descanso.
Los ánimos se calmaron con la vuelta al campo. El Zamora estuvo mejor que su rival en los primeros compases de la segunda mitad, buscando el gol por contraataque y alentando al público. Movilla movió piezas rápidamente y dio entrada a Guille Perero para refrescar las piernas.
La afición volvió a exigir al colegiado en una falta de Salva Sevilla sobre Parra, mostrando la amarilla al jugador visitante y contentando los ánimos del graderío. El propio Salva Sevilla dejó paso a Pedraza a la hora de partido, siendo el primer cambio del Mallorca.
A falta de veinte minutos el Zamora seguía siendo dueño del partido, encerrando al Mallorca en ciertas fases y llegando al área rival. Pero la premura o la buena defensa impedían que saliese algo en claro para los rojiblancos. Unos rojiblancos que encontraron en la grada a su mejor aliado.
La afición aplaudió cada una de las luchas de sus jugadores y se lamentó en la acción de Sergio García que le dejaba solo ante Fabricio. El delantero se orientó para golpear mejor, pero el guardameta leyó bien la acción e impidió que este rematase. Valentín volvió a encender a la afición con un remate de cabeza que se fue a la parte exterior de las redes pero que sirvió para avivar a la grada.
Finalmente, el Zamora se quedó sin tiempo. Los locales mostraron contundencia con balón, aunque sin fortuna de cara a puerta. Algo que aprovecharon los rivales para tener ocasiones en jugadas aisladas. Primero, Dani Rodríguez, y después Raillo, fueron los protagonistas de un tiro al palo y una parada bajo palos de Jon Villanueva que estuvieron a punto de aumentar la renta.
Un jarro de agua fría para el Zamora y su afición en un duelo donde cada uno de los dos equipos fueron protagonistas en cada una de las partes, pero donde el gol de Febas dictó sentencia a favor de los visitantes. Sonora ovación de la grada para despedir la aventura copera del Zamora.
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