No será un partido recordado por la hinchada del Zamora, como no lo serán la gran mayoría que lleva jugando el equipo esta temporada. Salvo los encuentros ante Salmantino y Ávila, los rojiblancos no terminan de enganchar a una grada que esperaba más de un equipo que se deshincha y ya está décimo segundo en la tabla, a ocho puntos del play off.
Este domingo, ante el Astorga, hubo momentos de hastío en la afición, que abucheó algunas acciones. Eso sí, el gol de Silveira fue coreado por entender que era el inicio de la reacción. Pero en la segunda parte, la afición volvió a sentir momentos de desesperación. Solo en los últimos diez minutos, cuando el equipo se volcó por completo, los seguidores confiaron en la victoria. Pero ese triunfo no llegó y con el pitido final, se palpó indiferencia en los graderíos del Ruta de la Plata.
Lo mejor del duelo, sin duda, llegó en la previa, con el homenaje a Avelino Andrés Calvo, socio número uno del club rojiblanco. Nacido en 1925 (92 años), fue miembro de la primera junta directiva de esta entidad en 1969 como primer tesorero de la sociedad; y este domingo minutos antes de las cinco de la tarde realizaba el saque de honor acompañado por su nieto.
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