La vida de Rufo Lucero ha cambiado en cuestión de algo más de un mes. Todo ha ido rápido, sin tiempo para aclimatarse. La vida de los futbolistas suele ser así, un día te encuentras en una pequeña ciudad y al otro, debes de hacer las maletas para mudarte a otro país. El mundo para ellos gira a una velocidad más rápida.
Es el caso de Rufo Lucero. Su vida ha cambiado en un mes y no ha tardado en ganarse la confianza de Juan Sabas. Algo tiene el ‘pibe’ argentino para encandilar al míster. Y es que al comienzo fue todo raro e incluso lento. El Zamora CF anunció su fichaje el pasado 19 de agosto. El argentino iba a ocupar ficha sub-23 y llegaba para reforzar un lateral derecho en el que Campabadal se perfilaba como titular.
Los días pasaban y el argentino no llegaba a Zamora. “Está a la espera de que se saque el visado para que pueda viajar a España”, comentaba un Juan Sabas trasparente. Es un lujo contar con entrenadores que informan, sin ocultar lo que acontece. Nada se sabía de Rufo. Los días pasaban y el jugador no llegaba hasta que, 21 días más tarde, el 9 de septiembre, se anunció que ya se encontraba en la capital zamorana para unirse a las sesiones de entrenamiento. A partir de ese momento, la vida de Rufo iba a crecer en intensidad. Si los trámites administrativos son lentos, la aclimatación a un fútbol diferente al desplegado en su país natal, debe ser rápido.
Lucero se perdió los tres primeros compromisos ligueros, pero ya presente en Zamora, entró en convocatoria ante la Cultural y Deportiva Leonesa. Su debut oficial en el fútbol español fue ante el Barça Atlétic (21 de septiembre) disputando los últimos 9 minutos del encuentro que se saldó con derrota (1-0). Pero el panorama cambió para el argentino. Joel Priego se resintió de unas molestias y Sabas decidió apostar por él en el costado derecho. En la práctica, Rufo iba a ejercer de extremo, con Campabadal protegiendo su espalda. El 29 de septiembre, se produjo el debut oficial como titular y no pudo ser mejor. 5-0 ante la SD Amorebieta y los primeros tres puntos del curso, aunque el argentino fue sustituído en el minuto 56. Tan bueno fue el encuentro que Sabas decidió no tocar ni un ápice del esquema ante la Gimnástica Segoviana y Lucero volvió a aparecer de inicio situándose por delante de Campabadal, aunque fue el primero en abandonar el verde para dar entrada a Luis Rivas, un atacante puro con desborde para deshacerse de su rival.
Pese a que el argentino no ha completado los 90 minutos de juego, Sabas confía de inicio por él, buscando un jugador profundo, pero con aspectos defensivos más interiorizados para evitar que aparezcan espacios en la banda derecha. Con Priego hay que ser paciente, con el fin de que sus molestias remitan y vaya cogiendo ritmo. Veremos si Sabas seguirá confiando en Rufo Lucero o apuesta por otro jugador en ese carril derecho en el ataque.
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