La Vuelta Ciclista a España vivía este martes su segunda y última jornada de descanso antes de afrontar la recta final que llevará a los corredores hasta Madrid el próximo domingo. Cinco jornadas en las que habrá dos perfiles casi llanos, dos perfiles eminentemente montañosos y la contrarreloj individual el penúltimo día de competición.
Las dos etapas de montaña son en las que más opciones podría tener Jaime Rosón para volver a dejarse ver como ya lo hizo camino de San Andrés de Teixido. En concreto, en la etapa de este miércoles llegan 177,5 km con un nuevo final en alto, en el inédito Mas de la Costa, Llucena. Un puerto corto, de unos 4 km, cuyas rampas al 13% de media pero con puntas del 22%, se le pueden atragantar a más de uno. La otra etapa de marcado carácter montañoso será la del sábado, con un recorrido duro e ideal para las emboscadas entre Benidorm y el Alto de Aitana que incluye los puertos de Rates, Ebo, Tollos y Tudons, todos de 2ª categoría, antes del largo descenso previo a la subida final a Aitana, de categoría especial, que con 21 km y un desnivel de casi 1.300 metros puede ser decisivo.
Pero antes de llegar ahí, Jaime Rosón valoraba la segunda jornada de descanso: “He aprovechado para dormir todo lo que he podido y de esa forma recuperar energías, que a estas alturas ya van muy justas”. Una jornada en la que nuevamente hubo un descanso activo: “Por la mañana salimos a dar un paseo de una hora y cuarto con todo el equipo para relajar las piernas y no tenerlas paradas”, explicaba el ciclista zamorano que por la tarde acudía al fisioterapeuta para recibir los masajes pertinentes de recuperación.
Con el descanso ya consumido, el ciclista del Team Caja Rural Seguros RGA habla de las últimas cinco jornadas y de las ganas que hay en el equipo por dejarse ver en carrera: “Nos quedan cinco días para llegar a Madrid y por lo tanto cinco oportunidades para luchar e intentar dejarnos ver”, zanjaba Jaime Rosón.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios