Una de las grandes incógnitas de la temporada en el subgrupo I-A de la Segunda División B será qué Celta B se podrá ver, si el filial imponente que disputó dos play-offs consecutivos a Segunda (16-17 y 17-18) o el equipo que en las dos últimas temporadas coqueteó con el descenso los dos últimos años.
La apuesta de la entidad viguesa, en un año de revolución en la categoría de bronce con la creación de la PRO, es conformar un bloque que pase ese corte y se codee con los grandes de la Segunda B.
Sin embargo no será tarea fácil para un entrenador experimentado como Onésimo Sánchez, que llegó mediado el curso pasado pero con la suspensión de la competición sólo llegó a dirigir al equipo 6 encuentros. Ahora, el técnico afronta su primer proyecto completo en Vigo, y lo hace empezando de cero, con una revolución que suele ser habitual en equipos filiales pero que en esta ocasión es profunda en los de celestes y que además se está haciendo de rogar.
El Celta B ha arrancado la pretemporada con un grupo pequeño de 14 jugadores, sobre todo por la larga lista de bajas (hasta 16) con respecto a la anterior plantilla pero también por estar algunos futbolistas a las órdenes de Óscar García en los entrenamientos del primer equipo. Es el caso de los porteros Iago Domínguez y Ruly García además de Fontán y los juveniles Miguel Rodríguez y Gabri Veiga.
Se han ido hombres importantes como su máximo goleador Emmanuel Apeh, y aunque desde la plantilla juvenil, que este año jugará la UEFA Youth Legue por primera vez en su historia, se esperan aportaciones significativas, el peso en el segundo equipo celtista recaerá en los nombres que aún estar por llegar.
Entre lo poco que se ha ido conociendo al respecto, el Celta ha confirmado la contratación de Alfonso González ‘Alfon’, atacante procedente del Albacete Balompié pero que las últimas campañas actuó de cedido en el Internacional de Madrid y Getafe B. También se da por hecha la llegada de Jordan Holsgrove, mediapunta escocés que destacó el último año como cedido en el Atlético Baleares.
Muchas incógnitas por tanto que resolver en el Celta B a poco más de un mes del inicio de la liga. Calidad no le faltará al filial, pero el tiempo corre en su contra en una primera fase de competición de sólo 18 jornadas y en la que cualquier error se puede pagar caro.
TEXTO: Diego Espiño (www.pontevedraviva.com)