Volver al camino de la victoria. Lo más importante es ganar y sacar un partido. No estamos muy acostumbrados a perder dos partidos consecutivos. Teníamos que perder dos partidos, y ganar era clave. El partido, estuvo controlado, pero el rebote nos costó.
No ganamos de manera más clara por el tema del rebote. Si hubiéramos hecho un mejor trabajo en el rebote defensivo, habríamos ganado más fácil el partido. Cáceres siempre da mucha guerra y tiene mucha experiencia. Es un equipo corto, ahora mismo no tiene mucha rotación, pero las jugadoras principales tienen una calidad buena, y fácil nunca podría ser.
Sara Castro y Bea Sánchez llegaron para esto. Están aportando cosas que no teníamos. Por ejemplo, Sara es bastante vertical al aro. No tenemos a una jugadora tan vertical como ella. A la hora de botar, va al aro de forma bastante directa. Está ganando experiencia aquí. Nuestros pívots son jóvenes, tienen talento, pero no tienen ese punto de saber exactamente cuándo y cómo hacerlo. Estamos muy contentos.
Errores que te condenan. Venimos de perder un partido que siempre tuvimos por delante. Desde el tiro libre, con tantos fallos, perdimos un partido en prórroga. Al final, si tiras ocho tiros libres y fallas en una prórroga, pierdes. Estábamos por encima en el partido, pero estábamos haciendo algo mal, y lo hacíamos lo suficientemente mal como para no matar el partido. No pudimos hacerlo.
Victoria merecida y problemas con el rebote. No hemos sido capaces de acabar con el partido un poco más pronto. Sin embargo, creo que fuimos el mejor equipo en pista. Cuando la diferencia está tanto en el rebote, porque Cáceres ha doblado en este aspecto, no sé a qué se debe esa diferencia. Hay mucho tema.
Es necesario cerrarlo, pero cerrar el rebote no necesariamente significa ganarlo. Hay momentos en los que más jugadoras tienen que dar un paso adelante. Al final hicimos bien eso. Con Estell apareciendo a rebotear en espacios que alguien más estaba cerrando, ella entraba a coger el rebote en esos espacios.
Nosotros tenemos que hacer ese trabajo y entender que nuestras pívots no son súper físicos, no son súper dominantes en el rebote, pero si hacen su trabajo, que es cerrar, las compañeras pueden ayudar con un esfuerzo adicional. Sin embargo, algunos balones divididos, esos balones que no son de nadie, casi nunca fueron nuestros. Ahí también hay que dar un paso adelante. Creo que es un tema que tenemos que mejorar.
Interrupciones en la mesa. No lo solucionamos porque nosotros queremos llevar el control del ritmo. Tenemos un equipo más profundo, queremos hacer más cambios, queremos tener más velocidad, y esas interrupciones al final nos perjudican.
No voy a decir que a Cáceres le venían bien, porque las interrupciones nunca son buenas, pero por lo menos les daban un respiro para ganar aire e ir otra vez. No fue algo bueno para nosotros.