Comienza la primera de la cuatro finales que tiene por delante el Zamora Club de Fútbol para salvar la categoría y permanecer en la Segunda División B. Los rojiblancos se miden este domingo, a partir de las doce de la mañana, al filial del Sporting de Gijón B en un encuentro que se presenta dramático para los pupilos de Roberto Aguirre pero del que deben salir airosos si quieren afrontar las últimas semanas del campeonato con opciones de salvación.
El encuentro se presenta muy complicado de inicio. Y es que a la mala racha que está atravesando el Zamora durante toda la segunda vuelta se le une la gran dinámica que ha enlazado el Sporting B en los últimos meses. Una racha que le ha permitido sumar cinco victorias seguidas y un empate en las últimas seis semanas. Una situación que le ha sacado del descenso directo y le ha colocado con la permanencia virtual en la mano. Además, los asturianos no pierden en casa desde el 4 de enero. Por eso, los zamoranos tendrán que imponerse a muchas vicisitudes para poder ganar.
Unos impedimentos a los que también se unen las ausencias que tendrá Roberto Aguirre para el partido. Y es que no estarán por lesión Dani Mateos y Coque, ni tampoco estará por sanción el central José Carrillo. Tres jugadores claves en el esquema de Aguirre que serán sustituidos por Álvaro de la Iglesia, Aarón Aguado y Garretas, siempre y cuando no haya sorpresas. También podría entrar en el once Carlos de la Nava, tras casi un mes fuera del once. E incluso, y a tenor de lo visto durante la semana, podría tener la oportunidad bajo los palos el cancerbero Garabato. Ante las bajas, Roberto Aguirre ha convocado a Tomás, juvenil de segundo año.
Al margen de las cábalas del posible once, lo realmente importante es que el Zamora sea capaz de asaltar el campo de Mareo, un campo que no es profanado desde primeros de enero, pese que posteriormente han pasado buenos equipos por allí con suerte nula; como fue el caso del Real Murcia, que se vio doblegado por 1-0 en las instalaciones asturianas.
Y como cada fin de semana en este tramo final del campeonato habrá que estar pendientes del resto de campos en los que juegan los rivales del Zamora. Y es que en función de los resultados que se desprendan, los rojiblancos pueden salir del descenso esta jornada, pueden ocupar puesto de promoción o incluso, en el peor de los casos, podrían ver la permanencia a más de un partido de diferencia a falta de tres jornadas por disputarse. Pero los zamoranos prefieren no pensar en las posibilidades más negativas y confían en recuperar las buenas sensaciones que en el tramo medio de la primera vuelta les llevaron a la zona media alta de la tabla
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