El Zamora CF visitaba este domingo a La Bañeza en una nueva jornada liguera y lo hacía pocas horas después de conocer que el rival en Copa del Rey era el Sporting de Gijón. Pese a ese sorteo, la plantilla afrontaba el duelo con la mente puesta únicamente en la décimo quinta jornada del campeonato ante un oponente que si bien no había tenido un inicio del campeonato especialmente bueno, siempre suele dar buenas prestaciones en su campo. David Movilla apostó de inicio con algunos cambios en el once inicial. Raúl Álvarez salió de inicio en el lateral zurdo, acompañando a Piña, Asiel y Carlos Parra. En la medular, Movilla apostó por Carlos Ramos y Juanan en el doble pivote, con Garban y Escudero en los costados. Arriba, Valentín tuvo esta vez de compañero a Rubiato.
Empezó mejor La Bañeza, que se supo adaptar mejor a las condiciones del terreno de juego. Un centro lateral de Hugo en los primeros instantes del choque estuvo a punto de convertirse en el 1-0. El cuero se envenenó de tal manera que se fue cerrando y se marchó rozando la escuadra del palo largo de Jon Villanueva. El Zamora no terminaba de estar cómodo y los locales llevaban el ritmo del choque.
Pero a partir del minuto quince, la escuadra de David Movilla empezó a estirarse gracias a una pequeña modificación táctica. El árbitro anulaba un gol por fuera de juego a Borja Rubiato, el propio Rubiato marraba un remate ante el arquero minutos después, y Valentín veía cómo un defensor le sacaba el gol sobre la línea.
El Zamora estaba mejor y por fin Valentín encontró el premio al trabajo de los rojiblancos. Un centro lateral de Parra lo prolongó Escudero en el palo corto y remachó el leonés de cabeza para avanzar a los suyos. Los de Movilla estaban mejor y se refrendaba con esa diana. Pese a que la victoria visitante era merecida, La Bañeza estaba mostrándose como un equipo muy sólido en el trabajo defensivo y generaban incertidumbre en la defensa del Zamora, pese a que no contaban con ocasiones especialmente claras de gol.
En el tramo final de la primera parte, el Zamora ampliaba distancias. Un centro de Raúl Álvarez lo controlaba Escudero dentro del área, y tras perfilarse soltaba un latigazo con la zurda al palo largo. Era el 0-2. La Bañeza no se daba por vencida y antes del descanso Richi remataba al lateral de la red un centro lateral. Con ese 0-2 se llegaba al descanso.
Tras el paso por vestuarios, la igualdad se instaló en el partido. Ninguno de los dos equipos llevaba peligro a la portería rival. El Zamora, con el marcador a favor, no quería correr riesgos y trató de mostrarse sólido, sin conceder al oponente e intentando cazar alguna acción puntual. La tuvo Asiel en un remate de cabeza a la salida de un córner y también Rubiato al rematar un balón en el corazón del área a la media vuelta, pero en ambos casos el balón se marchó fuera.
Los minutos pasaban y aunque La Bañeza no se rendía, el Zamora tenía el duelo controlado. Y cuando el choque languidecía, Escudero ponía el tranquilizador 0-3 en el marcador. El delantero rojiblanco enganchaba un disparo exterior desde el lateral del campo que se colaba por el palo largo del meta rival después de pegar en la cruceta. Era el gol que terminaba de cerrar una contienda que permite al Zamora sumar tres nuevos puntos y seguir agrandando su liderato en el Grupo VIII de la Tercera División.