Al margen del dato negativo que supone el no haber puntuado, Eloy Alonso se encuentra con dos importantes quebraderos de cabeza: por un lado las lesiones y por otro la efectividad en la ofensiva. En el primero de los capítulos, dos de los mejores jugadores del equipo Lescún y Sergio Simón apenas pudieron participar ante el Brihuega, y el cuerpo técnico no es optimista de cara a poder contar con ellos el próximo sábado. Sin duda, dos ausencias notables para una plantilla que no es excesivamente larga.
El segundo dato negativo es el de los goles anotados. El FS Zamora se había mostrado como una fiable máquina de anotar en la pretemporada, con más de seis goles por encuentro de media. Pero se ha demostrado que la liga es diferente y en el momento de la verdad la pólvora del equipo se ha secado. Dos encuentros y un solo gol, demostrando una clara falta de efectividad que ha condenado a los rojiblancos a la cola de la clasificación.
Esos malos registros anotadores están dejando en algo estéril los buenos datos en defensa. Y es que en condiciones normales, en un deporte como el fútbol sala haber encajado tan solo dos goles por encuentro suele ser sinónimo de victoria. De hecho, el ser el equipo menos goleado de la División de Plata no ha sido suficiente para puntuar por los malos registros en la vanguardia.
Eloy Alonso espera cambiar cuanto antes esta racha negativa de cara a la meta rival. Para empezar, los rojiblancos esperan dar la sorpresa este sábado, nuevamente jugando como locales a partir de las 12.30 horas en el Pabellón Municipal Ángel Nieto ante Cartagena. Los murcianos son otro de los favoritos para jugar fase de ascenso que les lleve de vuelta a División de Honor y han sumado una derrota (ante Gáldar por la mínima) y una victoria (ante Melilla) en este inicio liguero.