El equipo está realizando buenos partidos pero no termina de culminar su trabajo debido en gran medida a esos minutos aciagos que tiene en cada choque y que le condenan a la derrota. La moral se resiente al ver que se compite de tú a tú con todos los rivales pero que al final la victoria se escapa entre los dedos.
La enfermería cada vez está más repleta y los problemas se acrecientan. Juanma Robles continúa sin poder entrar en las convocatorias y se acerca ya a los tres meses de baja.Por su parte, Xabi Zubeldía visitará esta semana al traumatólogo para ver la evolución de su dolencia.A ambos se une ahora la lesión de Roberto Cubero, que volvió de Gijón escayolado y con posible fractura de maléolo, a falta de las pruebas que se le practicarán en las próximas horas que determinarán con certeza el grado de su lesión y el tiempo estimado de baja.
El Virgen de la Concha destaca en este sentido el exquisito trato recibido por parte de la directiva del Gijón Basket que estuvo en todo momento al lado del jugador, tanto en su traslado al centro hospitalario como durante el tiempo que permaneció a la espera de resultados. “Un gran ejemplo que define a un gran club” exponen desde la entidad zamorana.
Pero el parte de bajas continúa. Kilian Riverol tiene el dedo meñique inmovilizado debido a la subluxación que se produjo durante el partido y a la espera de confirmar si hay o no algún tipo de fisura. Además, Aleix Pujadas tuvo que ser atendido durante el duelo contra los asturianos y aunque pudo terminar el mismo sufre un fuerte esguince que le impide caminar.
Con este desolador panorama se tiene que afrontar la semana previa al duelo contra el Ucoga Chantada, actual segundo clasificado y uno de los equipos más duros de la competición. La mala fortuna continúa como compañera de viaje en una temporada que está resultando muy complicada tanto a nivel económico como deportivo.
“Ojalá pronto se quiebre esta racha y se reconduzca una situación que por momentos es crítica”, aseguran desde el club.