José Javier Vaquero nació en Zamora el 26 de septiembre de 1978. El 29 de diciembre participará por primera vez en la San Silvestre Salmantina y se mostrará como un auténtico “héroe de la felicidad”.
Hace 21 años sufrió un accidente en el que acabó tetrapléjico. “Salí con un amigo de fiesta, tras unos exámenes de septiembre, y nos fuimos hasta Coreses. A la vuelta de la ruta de Coreses, en uno de los puntos negros, nos salimos en la curva porque bajé el volumen de la radio. Dimos vueltas de campana. A él no le pasó en nada, que era el conductor, y yo me quedé tetrapléjico. Estuve ocho meses en Salamanca y otros ocho en Toledo”, explica José Javier.
A pesar de ello, nunca ha dejado de mostrar una actitud positiva ante la vida: “O tiras para adelante o la vida te come. Es la mejor forma de llevarlo. He procurado hacer la misma vida que antes. Ahora mismo, entrenar es mi día a día. Por las mañanas hago mis cosas de la casa, al mediodía voy al gimnasio o bien entreno con la silla y por la tarde estoy estudiando”.
A pesar de no haber sido un deportista de élite, sí tenía aceptación por el deporte. “Con 13 o 14 años era el gordito. Uno de mis cuñados me invito a que saliese a correr con él. Hasta los 19, que tuve el accidente, iba a correr día a día. Desde pequeño, iba en bici a todos los sitios”, continúa.
Por último, explica a este medio cuáles son sus aficiones: “La fotografía es una de mis aficiones. Estoy cambiando un poco mis aficiones. Soy cinéfilo, me gusta conocer a gente y viajar”.