"Me ha costado mucho tomar esta decisión". Con estas palabras se refería Óscar Sánchez, atendiendo a Zamora24horas sobre su recientemente anunciada salida del Racing Club Benavente, entidad en la que ha permanecido desde su fundación. Después de formar parte de la plantilla de jugadores, pasó como entrenador por todas las categorías, empezando hace más de una década, hasta hace dos temporadas, cuando cogió las riendas del equipo de Provincial de Aficionados.
Óscar comprende que "hay un gran sentimiento de pertenencia al club". No obstante, comprende que su nuevo club, que aún no ha sido desvelado, "es una gran oportunidad para mí, no solo como entrenador, sino también como organizador de campus deportivos". A pesar de todo, es plenamente consciente de que atrás deja "un gran grupo humano". "Había un muy buen proyecto", señala.
Confiesa también que la temporada 23-24 ha sido particularmente dura. "Me creo mucho en lo que me comprometo, y este año ha sido muy duro, con muchas lesiones, pinchazos que no se esperaban..., pero el equipo siguió respondiendo y queda ahí mucha gente que quiero", asegura y no le tiembla la voz para afirmar claramente que "es el club de mi vida". Así, Óscar Sánchez deja un legado imborrable en un club al que ha pertenecido, con un papel u otro, desde su fundación, y en el que, por muy lejos que se vaya, siempre tendrá una parte de su alma.