La nueva era en el Zamora CF ya ha comenzado. Pese a que todavía no se ha empezado con los trámites para la conversión del Club Deportivo a Sociedad Anónima Deportiva, la directiva trabaja de forma frenética para tratar de acertar con el grupo inversor que se haga con la mayoría del accionariado del club, y por ende con su control.
En la propia asamblea, el tesorero de la entidad, Manuel García, ya aseguraba que había una propuesta en firme de un grupo inversor interesado en tomar las riendas del Zamora. Pues bien, horas después, una segunda propuesta llegaba al club de manera formal.
Al margen de esas dos ofertas, que al parecer serían de capital español, habría en torno a media docena de grupos a mayores que estarían en conversaciones con los directivos para conocer los detalles de cómo se encuentra el club, el capital social estimado que se cree que se suscribirá para poner en marcha la SAD y otros aspectos básicos en estos procesos. En función de esas conversaciones, algún grupo más podría presentar su proyecto de manera formal como los dos anteriormente citados.
Una vez presentados todos los proyectos, el club espera que durante los próximos días los representantes de esos grupos inversores lleguen hasta la capital zamorana para presentar en persona los detalles. Y a partir de ahí tomar una decisión. Hay que recordar que el propio Manuel García remarcaba que uno de los grupos interesados puso como fecha tope para recibir una respuesta el 31 de mayo. No obstante, pese a que la directiva quiere resolver la situación lo antes posible, tampoco quieren precipitarse en una decisión que marcará el futuro del Zamora.
Parece evidente que hay puntos básicos que los proyectos deben cumplir: asumir la deuda que tiene el club, que acepten que haya un importante peso de capital zamorano para que el aficionado esté representado en la sociedad deportiva, que haya un proyecto social al margen del deportivo… Por eso, una vez que todos los aspectos queden claros, y la decisión esté madurada, la junta directiva convocará una reunión informativa, que no asamblea (para no tener que convocar con los quince días preceptivos y perder tiempo en ello), para que los socios conozcan todos los detalles.