Betanzos, UVA y Estudiantes de Lugo marcan el límite del descenso y todos ellos tendrán que rendir visita al Ángel Nieto para enfrentarse al cuadro aurinegro en auténticas finales por eludir las plazas fatídicas, ya que todos ellos se encuentran inmersos en dicha disputa.
El primero de los rivales será el complicado equipo lucense. Un conjunto joven que ocupa una posición no acorde con la calidad de sus hombres y que es uno de los oponentes más complicados que tendrán que recibir los cajeros. Su juventud hace que la irregularidad sea uno de los factores más a tener en cuenta en la discreta campaña que están realizando. Capaces de lo mejor y de lo peor, son un rival incómodo, que baja enteros fuera de su feudo, pero que viajará a Zamora con la necesidad de conseguir una victoria que le aleje de los puestos peligrosos en los que actualmente navega.
Titas Janusevicius, amenaza constante desde el perímetro, es su “killer” particular estando bien acompañado por Gabri Gómez y Alex Rivas en la faceta anotadora. En la pintura Mark Hetor Mensah acompaña a sus puntos la función intimidadora. Mamadou Diagne, última incorporación en el mercado invernal, ha reforzado el juego interior de los celestes por lo que se presenta como un plantel compacto que tiene como punto fuerte su facilidad para sumar puntos.
Por lo tanto, la defensa se plantea como un factor clave a explotar por los locales que deberán de tratar de frenar el torrente ofensivo de su rival. La contundente derrota sufrida por los zamoranos en el partido de ida hace muy complicado revertir el average por lo que el objetivo primordial será asegurar el triunfo para acercarse a los equipos que marcan el descenso.
En el seno de la plantilla se es consciente de la transcendencia del choque y se ha trabajado muy duro durante la semana para lograr una victoria que siga manteniendo a tiro la salvación. Salvo imprevisto de última hora, todo el plantel estará a disposición del técnico zamorano para afrontar la primera de las finales que le restan hasta el final de temporada.
Juanma Robles ya dispuso de minutos en el anterior encuentro contra el líder y aunque no a su mejor nivel, demostró que su muñeca sigue preparada para aportar desde el perímetro. Igualmente Roberto Cubero, una vez superado el fuerte esguince que sufrió en Gijón, tuvo sus primeras sensaciones en pista en busca del buen tono que había mostrado en los partidos previos a su lesión. También se ha reincorporado al grupo Ricky Mendizábal después de su convocatoria con Guinea Ecuatorial para disputar las previas del Afrobasket. Tres “refuerzos” importantes que sumar a los Riverol, Robertson, Pujadas y Mbowe como argumentos ofensivos de los zamoranos.
También dos de los destacados en el último partido, Queralt-Lortzing, ovacionado por el público salmantino que premió de esta manera su pundonor y entrega, y Xabi Zubeldia, que realizó una sus mejores actuaciones, han visto recompensado con minutos su trabajo y mejora a lo largo de la temporada y serán, como el resto, parte esencial para lograr un triunfo vital. El buen ambiente entre toda la plantilla hace que la situación, aunque delicada, se vea con otros ojos, manteniendo la esperanza de sacar adelante una campaña que se torció demasiado desde el inicio y donde la inexperiencia se cobró un elevado peaje.