El CD Zamarat presentaba este miércoles a las dos únicas jugadoras que faltaban por hacerlo. En concreto, la holandesa Cornelius y la española Montoliu. Además, la entidad naranja también reflejaba el apoyo que prestará el CC Valderaduey por séptimo año consecutivo. Su gerente, Miguel Escudero, se mostraba encantado con poder ayudar al equipo que militará por novena campaña seguida en la élite del baloncesto femenino español, y recordaba que el centro comercial se unió al proyecto desde su llegada a la gerencia del Valderaduey, coincidiendo con la celebración de la Copa de la Reina en Zamora.
En cuanto a las jugadoras, Marta Montoliu es una escolta barcelonesa de 25 años y 1.82m. Es una jugadora experimentada con más de 100 partidos en LF1, en la que ha militado durante cuatro temporadas en Cadí la Seu y el año pasado en Mann Filter donde obtuvo una media de 4.1 puntos en casi 18’ por partido. “Fran habló conmigo y me convenció. El club confió en mí y yo he confiado en ellos. Y estas primeras semanas estoy viendo que no me he equivocado”, explicaba la capitana del equipo. En este sentido, añadía: “Me dijo Fran que iba a ser la capitana y estoy contenta por ello. Intentaré ayudar lo máximo y ser ese punto de unión entre el club y la pantalla”.
Sobre las primeras sensaciones en el equipo, Montoliu se muestra optimista: “Estamos muy contentas con la pretemporada que hemos hecho. Lo primero que hemos visto es que hay muy buenas personas y eso es clave para hacer un equipo. Todas somos muy trabajadoras y todas podemos aportar algo diferente al grupo. Eso es lo que tenemos que explotar”, añadía, a la vez que agregaba: “Las sensaciones son buenas, hemos hablado entre nosotras y aunque el objetivo es la salvación, creemos que podemos luchar por estar más arriba si hacemos las cosas bien, porque hay buenas jugadoras”, zanjaba, reconociendo que este año subirá el nivel de la competición.
Por su parte, Laura Cornelius ocupa el puesto de base, mide 1,73 m y procede de los Miami Hurricanes de la liga universitaria norteamericana NCAA, donde ha renunciado a su último año como jugadora de su Universidad y lanzarse al baloncesto profesional de la mano del equipo naranja.
“Quería venir a España porque es una buena liga. El Zamarat me ofreció un buen contrato y me gusta el equipo. Cada jugadora puede aportar mucho y estamos trabajando muy duro. Debemos ir partido a partido y trataremos de mejorar la campaña que se hizo el año pasado”, explicaba en su intervención.