El inicio del encuentro, aunque igualado, parecía beneficiar a los pistacho, que comenzaban dando el primer golpe. Cisne, consciente de que tenía que poner una marcha más al no depender de sí mismo, no dejaría en ningún momento escapar a los visitantes. Tanto es así que en los primeros minutos daría el primer vuelco al marcador, una tónica que se mantendría en prácticamente todo el encuentro.
Aun así, poco tardarían los pistacho en volver a ponerse por delante imponiendo su juego. Pese a que a los quince minutos conseguían una ventaja de dos tantos, esta parecía ser una comodidad, puesto que ninguno de los dos equipos dejaba respirar al otro. El carácter del partido comenzaba a animar al público, que había estado más concentrado en los primeros minutos, y el Estadio da Xuventude empezaba a calentarse con las primeras exclusiones.
El MMT Seguros había conseguido irse a vestuarios con un golde ventaja, pero en la reanudación poco tardarían los gallegos no solo en empatar, sino en ponerse por delante. De nuevo comenzaba el tira y afloja, que había subido el ritmo de anotación en apenas tresminutos después del descanso. Después de la tormenta, otra vez parecía que los de Leo Álvarez iban a imponer su ley, alargando la distancia entre los dos equipos.
Después de un tiempo muerto, los gallegos volvían a mostrar su necesidad en la clasificación, dándole de nuevo la vuelta al marcador y poniendo tierra de por medio entre Cisne y Balonmano Zamora. Pese a los intentos de los pistacho, el final del partido terminaría siendo cómodo para los pontevedreses, que se iban vitoreados por su afición a vestuarios.