La expedición del Balonmano Zamora MMT Seguros viajaba a Huesca sabiendo que se medía a un rival muy complicado que pelea por acceder a las posiciones que permiten jugar competiciones europeas la próxima temporada. Pese a ello, la escuadra pistacho se desplazaba sin complejos, y con la intención de reponerse al mazazo que supuso conocer la lesión del brasileño Anderson días antes.
Huesca no quería sorpresas y salió arrollador en los primeros minutos del duelo. El 5-1 de parcial inicial obligaban a García Valiente a parar el partido, pedir tiempo muerto y serenar a los suyos. Tras ese pequeño receso, el equipo volvió a tener una mejor cara, defendiendo más sólido y tratando de tirar alguna contra para conseguir dianas con cierta velocidad. Así se pasaba al 5-4 que volvía a abrir el partido con once minutos disputados.
A partir de ahí, las desventajas rondaron los dos o tres goles, con un Luis Posado a un buen nivel en portería que actuó durante el choque ante el proceso febril que sufría Carlos Calle, que apenas le permitió entrenar durante la semana. Pero esos dos goles de desventaja que tuvo Zamora durante gran parte del primer acto se convirtieron en cinco en un errático final de primer acto (15-10).
Tras el paso por vestuarios, Huesca supo administrar esos goles de renta ante un BM Zamora que pese a todo no se rendía y lograba que la brecha no fuera más allá de esas dianas. Una distancia asumible para entrar en los últimos quince minutos con opciones de generar cierta incertidumbre en el rival. Pero los pupilos de García Valiente llegaron desfondados a esa parte final del duelo ante un oponente que se mostró inquebrantable y la diferencia se disparó hasta los ocho goles a falta de diez minutos para el final.
Esos últimos compases solo sirvieron para ver cómo las dianas seguían subiendo al marcador para uno y otro bando sin opciones de que el partido cambiase hasta el definitivo 33-25.
Foto: Álvaro Lozano.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios