Algunos aficionados del Zamora regresaron del partido en Haro con un doble disgusto. Y es que además del propio de la derrota de su equipo y de esfumarse las opciones de ascenso directo, se encontraron con la desagradable sorpresa de que sus coches habían sido rayados.
Al menos dos expediciones diferentes se han puesto en contacto con este periódico para denunciar el caso y también para reparar en la escasa atención recibida por parte de los agentes de la policía que estaban en la zona una vez que terminó el coche.
Así, los seguidores, resignados, tuvieron que regresar a Zamora con la mala noticia de la derrota y también con la necesidad de acudir en próximas fecha al taller para reparar el estropicio.