La escasez de entrenamientos y la falta de ideas pasó factura al equipo aurinegro que se vio desbordado por un plantel mucho más rodado que desde el inicio marcó las diferencias.
El primer cuarto fue un suplicio para los zamoranos que a duras penas encontraban el camino del aro mientras que su rival ampliaba poco a poco la distancia para conseguir un 4-18 de salida.
Los segundos diez minutos parecieron dar vida a los de Campos, con un parcial de 13-15 mucho más igualado. Pero de nuevo, tras el descanso, la mejor condición física y el acierto de los visitantes sentenciaron el choque para el definitivo 40-73.
Mucho trabajo por delante y muchos aspectos a mejorar en esta nueva andadura que tendrá su continuación el próximo día 8 donde se devolverá la visita al conjunto leonés antes de la jornada de descanso y que permitirá a los zamoranos trabajar de cara a retomar la competición en enero con mejores sensaciones.