El galo, exlíder de la pasada Volta a Catalunya, fue el mejor de los 13 hombres que se destacaron en la subida final, sentenciando con un ataque a un kilómetro del final dejando sin premio a la pareja vasca del Movistar, Beñat Intxausti e Igor Anton.
La última etapa de esta Vuelta a Castilla y León de 179 kilómetros entre Zamora y Lubián estuvo protagonizada por una larga escapada de algo más de 135 kilómetros que fue neutralizada a falta de escasos ocho kilómetros para la línea de meta. Comenzó muy rápida y fuerte con constantes ataques sin fructificar. El viento de costado no impidió que muchos de los integrantes de la ronda castellana y leonesa hicieran la prueba para intentar convertirse en los protagonistas del día.
Sin embargo no fue hasta cerca del 35 cuando cuajó la fuga más larga de la jornada. Pablo Torres (Burgos BH), Perrig Quemeneur (Eurocar Team), Edwin Ávila (Colombia) y Dimitry Sokolov (Lokosphinx) lograron abrir diferencias con el grupo perseguidor. Posteriormente se unió a ellos el ciclista de la Selección Española de pista, Marcos Jurado, y los cinco juntos consiguieron con buen entendimiento más de cinco minutos de ventaja.
En un principio Caja Rural-Seguros RGA asumió la caza, sin embargo la persecución se volvió más efectiva con los Movistar tirando del paquete. Así pues llegaron a neutralizar a los escapados. La dureza de ese último puerto de primera categoría fragmentó al pelotón y acabó por dilucidar el póker de ases aspirantes al triunfo final. La selección comenzó con los ataques del colombiano Rodolfo Torres -que sufrió un inoportuno pinchazo- y el francés Romain Sicard, trabajando para su líder. Lo que provocó que la carrera terminara de romperse antes del ataque letal de Rolland.
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