El Balonmano Zamora visitaba este sábado la difícil cancha del BM Torrelavega con la intención de dar la sorpresa y sumar los dos puntos en la pista cántabra. Ya en la previa, el técnico pistacho advertía que sería clave qué equipo fuera capaz de imponer el ritmo a que debía jugarse, y así fue.
“Ha sido un partido a rachas. Hemos podido competir en algunos momentos, pero hemos fallado lanzamientos claros desde seis metros y contraataques”, explicaba el entrenador del Rutas del Vino, que lamentaba esas ocasiones claras que podían haber mantenido en partido durante más minutos al BM Zamora.
La derrota, pese a que podía caber dentro de los pronósticos, duele más dentro del vestuario por cómo se produjo: “Esperábamos un partido de mucha intensidad, muy luchado. Así ha sido. Hay frustración por los lanzamientos y los fallos. Estamos un poco frustrados”, reconocía Leo Álvarez, que confirmaba que Octavio Magadán sufre una rotura del menisco.
En este sentido, el club se encuentra a la espera de conocer la valoración de los médicos para saber cómo proceder ante la lesión de uno de los jugadores más determinantes de la plantilla.