Los zamoranos se mostraron seguros en la zaga y con cierto criterio en la creación del juego, pero no tuvieron fluidez ni chispa en los últimos metros para crear ocasiones claras de gol ante un CD Benavente que ya no se jugaba nada en el envite.
El equipo de Samuel Merino hizo bien la transición en el juego y embotelló por momentos al Benavente en su área, pero el disparo final o el último pase no terminaron de llegar en ningún instante de los noventa minutos.
A medida que se acercaba el minuto noventa, los jugadores del Zamora veían que las opciones de ascenso podían verse reducidas y los nervios atenazaron en exceso a los rojiblancos, que se bloquearon, fueron incapaces de poner clarividencia en las opciones fáciles e incluso llegaron a recibir alguna ocasión que estuvo a punto de costarles el partido.
Con esta derrota, el Zamora se queda sin margen de error para dar el salto a la Liga Nacional Juvenil, principal objetivo de la temporada.