Menos piraguas pero la misma esencia. La cuadragésimo cuarta edición del Descenso Ibérico del Duero tuvo los ingredientes de cada año. El río Duero, la salida en Fresno de la Ribera, el paso por Villaralbo y la llegada al Puente de Piedra. Los ánimos de familiares y amigos desde el propio puente y desde la orilla. La organización. Eso sí, la participación fue más baja que de costumbre. Pese a que la prueba se mantiene inalterada desde hace años, el cada vez más escaso apoyo que recibe se traduce en una bajada de la participación, ya que los clubes de otras partes de la geografía nacional no terminan de ver atractiva esta prueba.
Eso sí, los ganadores siguen ofreciendo prestigio a la regata. Julio Martínez y José Julián Becerro fueron los más rápidos en el Descenso Ibérico. El K-2 que reina con tiranía en los últimos años en el Descenso Internacional del Sella empezaron a coger sensaciones de cara a la cita asturiana que se celebrará dentro de cinco semanas. “Tenemos ahora cuatro semanas de carga para descansar la última y llegar en buen forma al Sella”, explicaba al final de la prueba Julio Martínez.
Había ciertas dudas sobre qué caudal ofrecería el Duero, y finalmente fue un caudal más que aceptable. La regata partió con normalidad a las once menos cuarto de la mañana de Fresno de la Rivera con la salida de todas las categorías, salvo los cadetes e infantiles que lo hacían desde Villaralbo a la llegada de los otros competidores. La salida se realizaba desde tierra, similar al descenso del Sella, y hubo un porteo obligatorio en Villalazán y dos opcionales hasta llegar a la meta. El último porteo, a escasos metros de la meta, se hizo también obligatorio ante el bajo caudal del Duero.
“Queríamos llegar ahí los primeros para bajarnos con tranquilidad y no sufrir ningún percance como el año pasado. Por eso llevamos un ritmo cómodo para nosotros durante toda la bajada y ahí tratamos de adelantarnos para hacer bien el porteo y enfilar en cabeza los últimos metros”, comentaba José Julián Becerro.
Así, con unos metros de ventaja y en torno a las doce y cuarto de la mañana, Julio Martínez y José Julián Becerro llegaban a la meta en primera posición y se alzaban con el triunfo en el XLIV Descenso Ibérico. La primera embarcación K-1 fue la de Emilio Llamedo.
Cuadro de vencedores de las tres principales categorías:
Martínez-Becerra en hombre senior K2
Blasco-Pindado (Cisne) en mujer senior K2
Emilio Llamedo (Kayak Tudense) en hombre senior K1
Javier Bernal (AD Zamora Iberdrola) en hombre senior C1
Blanco-Blanco (Los Cuervos) en hombre senior C2
Kevin Cañibano (AD Zamora Iberdrola) en hombre sub23 K1
Pedro Paiva (Douro Canoa) en hombre juvenil K1
Ana Pérez (Ciudad de Zamora) en mujer juvenil K1
Díez-González (Antares) en mujer juvenil K2
Díaz-Ramos (Salamanca CK) en hombre juvenil K2