A finales del mes de octubre el Zamora B se medía al Hergar de la Regional de Aficionados en los Anexos del Ruta de la Plata. El partido marcaba un claro 0-4 cuando una dura entrada de un jugador del Hergar al juvenil Ángel Gago dejaba fuera de combate al futbolista zamorano de apenas 16 años.
En un primer momento, por los gestos de dolor y las primeras exploraciones realizadas sobre el césped, parecía que Gago podía tener rota la tibia y el peroné. Ante la gravedad de la lesión, los técnicos del Zamora avisaban al 1-1-2 para pedir una ambulancia y que el jugador pudiera ser evacuado al hospital. Tras llegar al hospital, los médicos rebajaban la gravedad del golpe y aseguraban que se trataba de una afectación del periostio, además de un gran edema.
Pero tres semanas después, y una vez reducido el edema, los médicos sometían a una nueva prueba al jugador y los peores pronósticos volvían a aparecer, al confirmar que efectivamente sufría una rotura en la tibia y una fisura en el peroné.
En principio, el jugador mantendrá la escayola hasta finales de este mes para inmovilizar la zona y a partir de ahí se valorarán los plazos de la rehabilitación, que serán más largos de lo que se había pensado en un primero momento.