Este sábado 12 de diciembre secelebró en el pabellón Pilar Fernández de la capital vallisoletana elCampeonato Regional Junior de Judo, donde no podía faltar la representaciónzamorana formada por Miriam Silvares, Eva Revuelta, Sara Ventosa y Mario Rodríguez, todos ellos pertenecientes al Club Judo Morales.
Segundo campeonato que celebra lafederación de Castilla y León en estos tiempos de COVID-19, con todas las medidas deseguridad y con un protocolo muy estricto.
Aunque el campeonato se realizópor la tarde todos los competidores, entrenadores, árbitros y miembros deorganización empezaron desde por la mañana para pasar el test de antígenos y ya no poder salir del pabellón para crearuna burbuja segura.
La competición comenzó a primerahora de la tarde y se realizó en dos grupos con parada para ventilación entreuno y otro, desinfección del tatami entre combates, gel para manos y pies, ycompitiendo con mascarilla en todo momento.
Mario Rodríguez en -60kg tuvo que enfrentarse a los rivales y a la diferencia de peso, no pudiendo superar las primeras rondas y quedándose fuera de la repesca.
Eva Revuelta en -55kg le tocó ensorteo la liga más difícil, pues estaban las que a la postre quedaron campeona ysubcampeona. Eva se quedó a las puertas de las medallas, pues una decisión arbitral en contra leanuló un Ippon al considerar que la acción se realizó fuera de la zonade combate. Acción que la hubiera dado la medalla de bronce, teniéndose queconformar con un cuarto puesto.
Sara Ventosa en -63kg, siendo de primer año cadete, pagó suinexperiencia. Pese a todo, en el último combate con la competidora que al final seproclamó campeona, Sara iba ganando de un waza-ari y cuando quedaba muy poco para llegar a su fin, Sara realizó una entrada innecesaria y fue sancionada, consiguiendo un quinto puesto.
Por último, Miriam Silvares judokatodavía cadete dio la alegría de la jornada. Una alegría agridulce,realizó sin ninguna duda el mejor campeonato de hace mucho tiempo y que solo lamala suerte la apeo de ser campeona, hizo un Judo de muy alto nivel en la liga másreñido e igualada del campeonato pues Miriam llegó al último combate que podíapasar de todo, si ganaba de Ippon era campeona, si ganabapor otra puntuación era segunda y si perdía era tercera.
El combatellegó al final del tiempo con el marcador empatado a dos sanciones para cadauna y en el tiempo extra podía pasar cualquier cosa. La mala suerte hizo quela tercera y definitiva sanción cayera en contra de Miriam que se tuvo queconformar con la medalla de bronce.
Miriam con esta medalla y con la plataconseguida el mes pasado está pasando un momento muydulce, esperando que continúe en el campeonato cadete.