Fin de semana muy intenso y muy bonito para la familia del judo zamorano, que celebraba este pasado sábado una gala-fiesta para dar finalizado un curso 2023-24 con grandes éxitos, muchas alegrías y, cómo no, alguna tristeza.
En la gala que se realizó en el salón de actos del Ayuntamiento de Morales del Vino, la delegación quiso reconocer a los judokas, clubes y personas que de una forma o de otra destacaron en el deporte.
Se reconoció, por ejemplo, a los judokas más jóvenes, a los mejores de los juegos escolares y a los ganadores del concurso ‘Por qué me gusta el judo’, concurso anual que la delegación realiza para los más pequeños.
También fueron galardonados los medallistas regionales, siendo un total de catorce; los que la consiguieron en Copas de España, un total de quince; y siete en campeonatos internacionales. Además, se dio un trofeo al AMPA del Centro Educativo de Morales del Vino y a Belén Moreno por su ayuda a este deporte y se dio el premio al mejor judoka a Elena Bahamonde con un palmarés espectacular.
Además, se premió al Judo Morales como mejor club, por tener a cuatro judokas y al profesor en el Centro de Tecnificación para deportistas de elite de Castilla y León y por conseguir medallistas en todos los campeonatos regionales e internacionales, así como premio al mejor entrenador en la Gala del Deporte de Zamora 2024.
Después de lo serio, empezó la fiesta con un entrenamiento, donde los judokas pudieron practicar su deporte con sus madres y padres y donde estos últimos pudieron comprobar de primera mano el gran nivel del judo que tienen sus hijos y lo difícil y duro que es este deporte.
Luego, comida de la familia del judo en forma de paella para más de 160 comensales. Por la tarde, tradicional partido de fútbol de madres y padres contra judokas, donde un año más el equipo de los judokas vapulearon a los padres y madres con un humillante resultado final de 6-2.
Una vez acabado el partido, en el patio del Ayuntamiento, hinchables y toro mecánico para el disfrute del niños y no tan niños; una merienda-cena hasta que llegó la hora en la que los judokas de más de ochos años estaban esperando los padres, amigos y familiares, que se fueron y se quedaron a dormir en el tatami.
Noche de cine, juegos y diversión que cerró una gran jornada repleta de mucho judo y hermanamiento entre la delegación zamorana, que espera seguir llevando el nombre de la provincia lo más alto posible para seguir siendo un deporte puntero en Zamora.
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