Este viernes se conocía la dura sanción que la Unión Ciclista Internacional impone al joven ciclista zamorano Jaime Rosón “por valores anómalos en su pasaporte biológico” detectados en enero de 2017. Una sanción que es de cuatro años y que ha supuesto la inminente rescisión del contrato que mantenía con Movistar Team.
Tras conocerse la decisión de la UCI, Jaime Rosón y todo su entorno han preferido mantener silencio después de muchos meses de batallas legales y pruebas argumentativas que buscaban una absolución del caso. No obstante, aunque no ha habido declaraciones oficiales, desde el entorno de Jaime Rosón sí que aseguran que “en principio” van a recurrir ante el TAS, el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Un recurso que llegará pese al pesimismo que envuelve a su entorno. Un entorno que estaba convencido de tener un caso sólido para que la situación pudiera resolverse de forma satisfactoria, y demostrar que esos “valores anómalos” en su pasaporte biológico tenían una explicación razonable.
Esta situación se ha precipitado cuando este viernes por la mañana, Abarca Sports, sociedad de Movistar Team, recibía la comunicación oficial por parte de la UCI en la que le notificaba la sanción por un periodo de 4 años al corredor. Tras eso, en una nota Abarca informaba de la rescisión del contrato de Jaime Rosón, de 26 años, que de esta forma podría volver a correr cerca de los treinta años, ya que el año que lleva parado de maneara provisional (desde junio de 2018) a causa de la decisión ya computaría como periodo de sanción.