El CB Zamora recibía al Palencia Baloncesto para buscar la revancha ante los palentinos, que el pasado sábado se imponían también en el Ángel Nieto en la Copa Castilla y León. Este miércoles, el mismo escenario acogía el encuentro correspondiente a la segunda jornada de la Copa FEB. Ante una afición que respondió como se esperaba, tanto por el lado zamorano como por el palentino, ambos equipos salieron a la pista con la intensidad que requería la ocasión.
Si bien el conjunto de Saulo Hernández comenzaría mejor plantado sobre el parqué, llegando a obtener una pequeña ventaja de hasta 5 puntos en los primeros compases de encuentro, los castellanos poco tardaron en sacudirse de ese dominio local inicial y ponerse por delante y mandar el marcador al primer intervalo con 20-23 en el electrónico gracias, en gran parte, a Krutwig, que portaba sobre sus hombros casi toda la carga anotadora de su equipo. Por su parte, los locales se encomendaron a un Jordan Walker que estaba siendo una pesadilla para los rivales.
Con el 25-25 en el marcador, el técnico palentino solicitaba un tiempo muerto, pues por momentos se estaba viendo superado por el empuje zamorano. A pesar de ello, cuando la pelota volvió a ponerse en juego, los zamoranos no tardaron en ponerse de nuevo por delante, lo que minutos después obligaría de nuevo a los palentinos a solicitar un tiempo muerto. El encuentro se encaminaba hacia el descanso con el resultado muy ajustado, y un CB Zamora ligeramente superior. No obstante, cada golpe local era contestado rápidamente por unos visitantes que no permitían que la ventaja creciese por encima de los dos puntos.
Cuando los palentinos lograron ponerse por delante a falta de 35 segundos para el descanso, Saulo Hernández pedía tiempo muerto para intentar revertir el marcador en la última jugada de la primera mitad del encuentro. Y eso lo lograría gracias a un sensacional triple de Kevin Buckingham que, además, sacó doble rédito de la acción en la que también recibió una falta. Con un ajustado marcador de 45-42 el marcador se iba al descanso y dejaba todo más que abierto para la segunda mitad.
Kunkel estaba siendo durante la segunda mitad el mayor activo ofensivo de los palentinos, con un acierto del 100% en sus primeros cuatro triples. El acierto visitante de cara al aro llevó un parcial al primer tiempo muerto de 3-11, con un Palencia Baloncesto que había salido mucho mejor plantado en pista que los de Saulo Hernández tras el descanso.
La tensión en la grada crecía con cada acción en la pista, y especialmente con una serie de decisiones arbitrales controvertidas que generaron fuertes sonidos de viento desde los sectores más intensos de la hinchada local. Con poco más de un minuto y medio para el final del tercer cuarto, el CB Zamora se volcaba en ataque intentando recortar la desventaja de 10 puntos que el Palencia Baloncesto había generado para llegar a la recta final con más opciones de victoria. No obstante, cada intento local por recortar distancias era sofocado rápidamente por rápidas combinaciones interiores de los palentinos, sumadas a un acierto constante de cara al aro. El tercer cuarto finalizaba con un 62-69 que aún daba esperanzas a los locales, alentados por su hinchada.
Todo estaba por decidir al comienzo del último cuarto y los dos equipos lo sabían. El último cuarto comenzaba con un parcial de 5-0 para los locales y reducía la distancia entre ambas escuadras a tan solo dos puntos, con prácticamente todo el esprint final por delante. La hinchada se venía cada vez más arriba y comenzaba a jalear a los suyos con más intensidad para llevarlos en volandas hacia una meritoria remontada. Una decisión del colectivo arbitral hizo estallar la rabia en la grada del Ángel Nieto y hasta sacó de sus casillas a un incrédulo Saulo Hernández.
El encuentro se encaminaba hacia su final y la tensión era más que palpable, tanto en la pista como en la grada. Con apenas cinco minutos para que sonara la bocina, el CB Zamora se encontraba siete abajo. Finalmente, el CB Zamora no lograría hacerse con la victoria y sería el Palencia Baloncesto el que se hiciera con el triunfo por 86 - 89, en un encuentro marcado por el arrojo de ambos equipos y su potencial ofensivo, pero también por la tensión y la polémica de un colectivo arbitral que tomó decisiones muy controvertidas.