CB Zamora y Ponferrada libraron un encuentro espectacular en el estreno del Ángel Nieto a puerta cerrada. Los dos equipos tributaron un choque repleto de intensidad, fortaleza defensiva y que se decidió en el tramo final, tal y como se preveía desde la previa del duelo. El inicio de partido fue igualado, aunque tras los tanteadores iniciales, un parcial de 7-0 para los de Saulo Hernández colocaba las primeras ventajas para los locales con un 19-11 a falta de un minuto para el final del primer parcial. Pero en esos sesenta segundos, un parcial de 0-6 para la escuadra de David Barrio llevaba el choque al 19-17.
Para entonces, Carroll ya empezaba a destacarse como mejor jugador local, y así acabaría siendo al final del choque. El segundo parcial transitó por los mismos derroteros, con el CB Zamora mandando en el marcador y manejando ventajas de hasta diez puntos. Aunque Ponferrada, cuando le funcionaba el ataque desde el exterior, recortaba distancias de manera vertiginosa. Así, de un 31-21 se pasó a un 31-29 a falta de cinco minutos para el descanso. No obstante, los zamoranos mantuvieron el tipo apoyados en Carroll y llevaron el duelo al asueto con una ligera ventaja de 41-39.
Todo hacía indicar que la segunda parte sería vibrante y así siguió siendo. Ponferrada iba a impulsos en el ataque, capaz de anotar parciales amplios para ir haciendo la goma. Pero el CB Zamora seguía insistiendo, sin apenas fisuras, defendiendo de manera soberbia y únicamente dando opciones al rival en canastas muy trabajadas. Los de Hernández no concedían canastas fáciles y Ponferrada lo acusaba en lo físico. El CB Zamora, en un cuarto de enorme nivel, alternando el juego interior con el acierto desde el perímetro mandaba el partido al último parcial con 65-55.
En esos últimos diez minutos, volvió la montaña rusa de Ponferrada ante un CB Zamora que mantuvo su velocidad constante y de crucero. Esa irregularidad en el juego y en la anotación le permitió al equipo visitante levantar los doce puntos de desventaja que llegó a tener para colocarse a solo un punto a falta de cuatro minutos 72-71, pero un triple de Mario y una canasta más de Costa volvía a dejar el 77-71.
Pero no había nada dicho. Los dos equipos seguían peleando y tras una canasta de Mendicote que colocaba el 82-73 a falta de 1.21 para el final Ponferrada hizo el último esfuerzo para colocarse 82-78 a falta de 26 segundos. Más emoción, imposible. Para entonces, Carroll, el mejor del CB Zamora, ya estaba en el banco por cinco faltas. Pese a que el final tuvo suspense, los zamoranos terminaron ganando 84-81 para ponerse con un balance positivo de 3-2 tras un encuentro coral en el que todos los jugadores locales ofrecieron una muy buena versión.
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