No era Alicante, no era 22 de diciembre, ni la copa LEB Plata estaba en juego. El CB Zamora volvía a encontrarse a su máximo competidor en un Ángel Nieto lleno de afición dispuesta a apretar hasta el final igual que lo hicieron los de Saulo Hernández. Una plantilla renovada respecto al anterior encuentro que trató de dar lo mejor de sí durante todo el duelo.
El encuentro comenzó con una ligera ventaja de cinco puntos para el CB Zamora en un primer tiempo en el que eran más que palpables las ganas de conseguir esa tan anunciada revancha, pero estaba claro que el líder de la tabla no iba a sucumbir. Pero, las cosas no estaban dichas, el CB Zamora consiguió dar a la afición un primer tiempo con un juego digno de su posición en la competición.
El primer cuarto acababa con un resultado equitativo, con un 18-18 en el luminoso que dejaba abierta la puerta a la esperanza. Puerta que comenzó a cerrase con una subida de intensidad por parte de los alicantinos que comenzó a poner contra las cuerdas a los blanquiazules que lejos de rendirse se fueron al descanso con un triple de Libroia que acortaba distancias.
Reiniciado de nuevo el juego tras el descanso, comenzaban a despuntar las incorporaciones en una plantilla diferente a la de esa primera derrota. La línea de tres parecía haberse convertido en la mejor aliada de los de Saulo Hernández, pero, el constante acierto de un HLA dispuesto a no doblegarse terminó por sentenciar a los zamoranos con un parcial de más de veinte puntos.
Parecía que la derrota estaba ya firmada pero el CB Zamora marcó el ritmo de un final en el que la sorpresa parecía factible. De nuevo la línea de tres y un mate de Walter JR sumaban intensidad de un encuentro en el que no se obró el milagro de la revancha ante un HLA Alicante que se resiste a dejar el puesto de líder.
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