Con seis jugadores de pista y tres porteros. Así recibía este sábado el Fútbol Sala Zamora al C.D. Salamanca F.S., en la vuelta a una competición liguera, que, lógicamente, se preveía difícil ante las circunstancias. Unas circunstancias que obligaban a hacerse fuertes en todas las líneas y trabajar en equipo mientras durase la gasolina, y así fue.
Arrancó el duelo con el equipo charro dispuesto a cerrar el partido cuanto antes y suyas fueron las primeras ocasiones y la posesión. Hasta tres fueron los palos que se aliaron con Javi Santos en los primeros diez minutos, antes de que Beñat pusiese en ventaja a los salmantinos. A partir de ahí, los rojiblancos no bajaron la guardia y aguantaron hasta el descanso con el 0-1.
Tras la reanudación, F.S. Zamora dio un pasito adelante y comenzó a tener presencia ofensiva. A los tres minutos fue Ito, que llevaba sin competir desde el pasado octubre debido a una lesión de tobillo, quien recibió un magnífico servicio de Javi Santos y, tras girarse, puso el balón en la escuadra y traía el premio al gran esfuerzo grupal.
El gol dio una vital dosis de confianza en los locales y creó la duda en los visitantes. De hecho, a raíz del tanto de Ito, hubo minutos en los que el F.S. Zamora consiguió encerrar en su pista a un Salamanca que sufría. Álex Escudero se topó con dos manos milagrosas del meta y Rodrigo Jorge tuvo la más clara, pero su disparo se estrelló en la madera.
Cuando mejor estaban los de Alberto Grande, Tamar puso la pelota en la escuadra de Javi Santos con un tiro exterior y, en la siguiente jugada, Beñat sentenció un duelo en el que el Fútbol Sala Zamora dio la cara 34 minutos. A raíz de ahí, Salamanca finiquitó el duelo con dos goles más y el partido murió con un 1-5 muy agridulce.
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