Se preveía un duelo duro ante un equipo rocoso y de mucho oficio. Y así fue. El F.S. Zamora tuvo que saber sufrir, aguantar y contragolpear para acabar llevándose tres puntos de oro en un final de infarto. Los zamoranos se enfrentaban ante un peligroso Ciudad de Arévalo, que ya fue capaz de arrancar un punto en tierras salmantinas frente al Salamanca F.S.
Los rojiblancos saltaron mejor a la pista y suyas fueron las mejores ocasiones. Primero Héctor envió un balón a la madera cuando ya se cantaba el gol, después Nacor no acertó a definir en el mano a mano con el meta tras una recuperación de Eric Tabares y Samu Martinez se topó con un guardameta que de nuevo tiró de reflejos para sacar el tiro del benaventano. Con el paso de los minutos bajó la intensidad y los abulenses dieron un paso adelante, pero se encontraron con un inconmensurable Javi Santos, que se hizo grande primero ante Honorio y luego ante Sergio Llorente.
El encuentro subía de revoluciones por momentos, con un Ciudad de Arévalo que abusó del "otro fútbol". Pese a ello, Eric Tabares terminó por confirmar que enfrente había un portero de categoría y Ángel Sánchez golpeó con la zurda al poste antes del descanso. Tras la reanudación, el Fútbol Sala Zamora volvió a salir mejor. Jorge Gutiérrez no encontró portería en la primera ocasión clara y Álex Escudero se topaba por tercera vez con la madera. Y a la tercera fue la vencida. En una contra perfectamente ejecutada por los pupilos de Alberto Grande, Héctor fue derribado dentro del área y Escudero anotó desde el punto fatídico el primero.
Tras el 1-0, los abulenses dieron un paso adelante y apretaron a los rojiblancos, que buscaban el contragolpe para aumentar la renta. Sin embargo, Sergio Llorente empató el partido al culminar, no sin fortuna, una jugada de estrategia. A partir de aquí, llegaron las mejores ocasiones para los visitantes. Adolfo pudo voltear el marcador, pero Javi Santos sacó un pie milagroso y Adrián Bermejo también se estrelló con un inmenso meta benaventano.
En el otro área, la más clara fue para Samu Martínez, que después de driblar al meta, un defensor abulense le privó del gol sobre la misma línea. En los últimos dos minutos el partido se rompió. Y en un partido roto, los rojiblancos se mueven como pez en el agua. Ángel Sánchez pudo anotar el segundo faltando 40 segundos, pero se reservó el tanto para la siguiente oportunidad. En otra contra de libro, el '12' de los rojiblancos se plantó en el mano a mano, y con toda la templanza del mundo, puso el balón en la escuadra para delirio de todo el pabellón corralino. A falta de 16 segundos, los tres puntos se volvían a quedar en casa. El Arévalo arriesgó con portero-jugador, pero ya no pudo evitar caer ante un F.S. Zamora que sigue intratable en Corrales.
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