El FS Zamora afrontaba este sábado un duelo vital en casa del Santiago de Sama. Los rojiblancos tenían que ganar sí o sí al equipo asturiano a domicilio para llegar con opciones de permanencia a la última jornada, sabiendo que Sama sumará los tres puntos de esa jornada final al medirse al Prone Lugo. Era un cara o cruz para el equipo de Alberto Grande.
Ambos equipos se jugaban el todo por el todo. El penúltimo y el antepenúltimo se jugaban la última bala para la permanencia y se notaba en el ambiente. Con el pabellón asturiano envuelto en un ambiente de partido trascendente, la primera parte fue muy igualada, de pocas ocasiones y sobre todo de mucha tensión. La prueba es que el choque se iba al descanso con un exiguo 1-0.
Tras el descanso, el decorado fue el mismo. El miedo a fallar era grande y lo mucho que estaba en juego hacía que las piernas de los jugadores de uno y otro equipo pesaran más de la cuenta. Eso sí, el FS Zamora mejoró y se llegaba a los minutos finales con empate a dos dianas. Ahí, Sama apostó por portero jugador y el FS Zamora trató de aprovechar algún error local para conseguir el gol del triunfo.
Al final, un empate a dos dianas que en un principio podía dejar con vida al FS Zamora, pero la inesperada victoria de Deyma en casa de Narón deja al equipo de Alberto Grande descendido, ya que en la última jornada, aun ganando, saldría perdedor en el triple empate con Sama y Leis Pontevedra.
Con el descenso consumado, ahora queda esperar a ver si el FS Zamora logra permanecer administrativamente por la desaparición de algún equipo de la categoría o incluso si un posible ascenso del Benavente puede ayudar a salvar a un equipo más en Segunda B, o si por el contrario se ofrece el premio al segundo de Tercera División. En cualquier caso, para acogerse a alguna de esas dos opciones complicadas, los zamoranos tendrán que ganar la última jornada a Guardo.