El Fútbol Sala Zamora se medía al líder en la tarde del sábado tras la derrota del pasado fin de semana en Valencia de Don Juan frente al Coyanza. Como viene siendo tónica habitual, Alberto Grande tuvo bajas sensibles y el equipo tendría que tirar de coraje si quería realizar un partido digno.
Y el choque empezó con ocasiones para ambos, con transiciones defensa-ataque constantes y con una intensidad que hacían para el espectador un duelo bonito de ver. Los zamoranos golpearon primero con un gol de clase de Adrián Pelayo, que aguantó la salida del portero antes de batirle con un toque raso que se coló pegado a poste izquierdo.
En ese partido de ida y vuelta, el F.S. Zamora se sentía cómodo y el Segosala buscaba la mejor opción sin precipitarse para terminar siendo letal. Y así fue. Isma, el mejor del partido, sumó tres goles a su cuenta antes del descanso, demostrando tener un olfato diferencial en la categoría. Miguel Llorente fue el otro protagonista en el parcial de 1-4 con el que se llegó al descanso.
Tras la reanudación, la escuadra de Alberto Grande tuvo que dar un paso al frente para no acabar con las aspiraciones de sumar, y los zamoranos consiguieron crear peligros. Pero otra vez emergió un inmenso Isma para anotar el 1-5 y dejar herido de muerte a un F.S. Zamora que arriesgó con portero-jugador.
No fue en vano, porque atacando de cinco, llegaron los mejores minutos para los locales. Su único problema es que se enfrentaron a un líder sólido y ordenado, que se hizo grande en la inferioridad y que anuló por completo la posibilidad de que los rojiblancos se metiesen en el choque. Hubo un pequeño guiño al optimismo cuando Ito anotó el segundo al finalizar una triangulación en el segundo palo, pero en la jugada siguiente volvió el omnipresente Isma para dejar sentenciado el choque a falta de cinco minutos para la conclusión.
Con el 2-6, los locales lo siguieron intentando, pero ya con más corazón que cabeza. Ito sumó otro tanto a su cuenta y Guille marcó el séptimo a falta de 30 segundos para la conclusión. El 3-7 fue el marcador definitivo que deja a las claras la solidez del cuadro segoviano, firme candidato a campeonar en el grupo IX de la Tercera División del fútbol sala español.
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