Se presentaba ante su público el FS Zamora después de conseguir el título liguero en la última jornada en Alba de Tormes. Los zamoranos recibieron el pasillo de honor por parte de un Narón que llegaba a la capital del Duero para pelear por un triunfo que le mantuviese en la pelea por la Copa del Rey. Era un duelo con poco en juego para los locales y se notó en el juego. Fue un encuentro de poca fluidez, imprecisiones y pocas ocasiones de gol, para lo que acostumbra el equipo de Chema Sánchez.
Salió mejor Narón a la cancha, que hizo trabajar a Marco Mandado en varias ocasiones. El arquero se mostró muy seguro durante ese primer acto, sin dar un resquicio de esperanza a los gallegos. Mientras, los zamoranos, iban creciendo muy de poco a poco sobre el cuarenta por veinte. Los rojiblancos no encontraban la fluidez de otros días, les costaba salir de la presión rival y cuando llegaban a la zona de área, no podían culminar jugadas limpias.
En este escenario, el empate a cero parecía inamovible, y la diana solo podía llegar en una acción puntual. Y así fue. Corría el ecuador del primer acto cuando Pablo anotaba una falta directa. Un fallo de entendimiento entre la barrera gallega y el portero permitía un sencillo tanto de Pablo para firmar el 1-0 al descanso. Antes del asueto, Narón pudo empatar, pero un potente disparo se estrelló en la madera de la portería de Marco Mandado.
Con ese 1-0 se iniciaba la segunda parte. No cambió mucho el escenario. El FS Zamora seguía espeso en el juego, pero su rigor táctico le permitía al menos mantener su portería a cero, limitando mucho las llegadas de Narón. Se entraba en los últimos diez minutos y el choque se abrió un poco más. Los equipos llegaron un poco más a las porterías y así llegó el segundo de los locales. Una contra de Sergio Simón culminó en un disparo que taponó Arrivi en portería, pero Aitor, muy atento, empujaba en boca de gol para poner el segundo a falta de ocho minutos.
En los últimos cinco minutos Narón apostó por portero jugador para intentar aprovechar la superioridad para acortar distancias. Además, el FS Zamora se metió en bonus de faltas, por lo que no podía arriesgar en las defensas. Los gallegos lograron su objetivo y a falta de dos y media ponían el 2-1 ante una escuadra local que transmitía síntomas de fatiga. Pero los rojiblancos lograban aguantar las últimas embestidas de Narón y sumaban una nueva victoria en casa.
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