Después de un final de liga de inestabilidad donde el equipo perdió su puesto en División de Honor Plata sobre el parqué, el Balonmano Zamora aprovechó la renuncia del filial del Granollers para mantener su plaza en la segunda categoría. Una situación que alargó la inestabilidad y trastocó los plazos a la hora de moverse en el mercado de fichajes, pero que permite a los pistachos seguir un año más peleando por un sueño.
Si bien el objetivo primordial es la salvación e “intentar sufrir menos”, tal como explica el entrenador Fran González, el club quiere mirar al frente. El propio técnico recalca que tienen “un proyecto a largo plazo”, por lo que el primer paso es lograr asentarse en la categoría.
Peleando ahora con un formato de liga tradicional, sin división de grupos en una segunda fase, algo que Fran González reitera que a su juicio es “más justo”, los zamoranos arrancarán la pretemporada el 7 de agosto y tienen ya la plantilla “cerrada” a la espera de los anuncios oficiales.
Movimientos para reforzar la plantilla que se han traducido especialmente en dos cosas: mayor envergadura y jugadores zurdos. Dos características de las que el equipo careció el pasado curso y que, en determinados momentos, permitió a los rivales “leernos el juego”, según el entrenador.
Con Burgos, Novás, Cisne o Guadalajara como los principales nombres de la División de Honor Plata, Fran González tiene claro que la competición va a ser dura tras un verano donde todos los equipos se están “reforzando muy bien”.
No obstante, desde el BM Zamora están “contentos” y aseguran tener “un equipo muy ilusionante” para afrontar el reto de sufrir menos y, si se puede, soñar paso a paso.