Derrota como toque de atención. La semana pasada no hicimos los deberes y llegamos al examen sin la materia aprendida. Quizá fui el primero en dar señales equivocadas, por tener a los jugadores entre algodones después del desgaste físico y brutal del partido de Soria. No apretamos el acelerador para la calidad que Gijón requería. Tuvimos opciones en el partido, en el descanso estábamos vivo, pero ellos hicieron sus deberes y jugaron bien.
Aprendizaje. Queda mucho por aprender y ojalá no tengamos que vivir una mini crisis de dos derrotas consecutivas, pero tenemos que ser fuertes mentalmente y volver al sitio en el que estábamos y confío en ganar lo que queda. Tenemos que seguir trabajando y aprender a sufrir, apretar más los dientes y sufrir. Nadie regala nada.
Oviedo. Es un gran equipo que ahora está por encima de nosotros. Es el equipo más en forma con cuatro victorias seguidas por más de 10 goles. Tiene una seña de identidad muy marcada y no varía su juego además de tener un gran entrenador.
Ángel Nieto. Siempre ayuda y da más motivación.
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