Éxtasis, delirio, bufandas blanquiazules al viento.¡Qué espectáculo! La puesta de largo del CB Zamora en el Ángel Nieto fue soñada. Ni en los mejores deseos. Los blanquiazules se comieron al Real Valladolid (89-68) y eso fue por su garra, su intensidad y sus ganas de ir a más ante un equipo que se vio superado, sin ideas para romper la defensa local y sin soluciones en defensa. La primera ya está aquí y viene superando al rival por 21 puntos. Powell, con 24 puntos, Pauksté, con 18, y Junior Saintel, con 15, destacaron como máximos anotadores.
No es de extrañar la ilusión que está despertando este CB Zamora. El Ángel Nieto,rebosante de alegría quería ver a los suyos en pista y los de Saulo Hernández respondieron. La chispa se encendió rápido. Los blanquiazules salieron como si de una final se tratase, garantizando espectáculo y hambre. Pauksté entró en la historia del baloncesto zamorano al anotar los primeros puntos del CB Zamora en la Primera FEB. El gigante lituano se comió al Real Valladolid en los primeros minutos con 7 puntos consecutivos anotados. Y como no, Powell siempre se anima a la fiesta. Su electricidad cambia partidos. Sacó brillo a su muñeca para clavar dos triples. El CB Zamora se gustaba, pero no consiguió despegarse del Pucela en los primeros 10 minutos (19-19)
El show de Junior Saintel continuó en el segundo cuarto. El americano cimentó una renta de 4-0 lo que hizo perder los nervios al entrenador del Real Valladolid, Lolo Encinas, quien, en un intento desesperado de frenar la inercia positiva zamorana, solicitó tiempo muerto. Pero los blanquivioletas no terminaron de despertar. Ese bloqueo mental lo aprovechó el CB Zamora, que tenía hambre y gasolina para seguir apabullando a su rival Un triple de Kovacevic acabó con la sequía blanquivioleta, pero acto seguido respondió Buckingham (31-25). Cada ataque blanquiazul era sinónimo de canasta, especialmente cuando Pauksté agarraba el balón bajo el aro (37-33). El pívot o anotaba en jugada o desde la línea de tiros libres. Con 4 arriba (41-37), los blanquiazules prepararon una última jugada fallida. Robó Agustí Sans y se fue directo a canasta para cerrar el primer acto con un 41-39 en el electrónico.
El ritmo no bajó tras el descanso. Si Agustí Sans anotaba, Walker respondía y si lo hacía Naspler, replicaba de nuevo Agustí Sans (50-45). Locura en ese toma y daca. Solo el base blanquivioleta parecía querer porque Agekeze y Wilson chocaban una y otra vez con la muralla defensiva blanquiazul. Frustración en el banquillo del Real Valladolid con el 55-48, que acabó estallando con el triple de Powell (58-50). La tensión competitiva del CB Zamora superó a unos blanquivioletas que no encontraron luz en ataque y se empequeñecieron con esa intensidad plasmada por su rival. Pero el espectáculo continuó. Junior Saintel protagonizó un parcial de 4-0. Lolo Encinas invadió la pista, lo que ocasionó que le pitaran técnica y los tiros libres de Powell. A todo ello, Naspler profundizó en la herida con un triple (66-52). Se destapó el tarro de las esencias.
Mucho tenía que cambiar el panorama para que al CB Zamora se le escapara la victoria. Las fuerzas sigieron intactas. Zaid Hearst y Powell se lucieron ante su público con sus triples. La esperanza del Real Valladolid residió en un entonado Atienza, pero si la puntería no acompañaba, los blanquiazules se hacían con la pelota por su dominio en el rebote (74-56). El plan para ampliar la renta era claro: robar y salir en velocidad para evitar el repliegue visitante. Es digno de admirar la garra del CB Zamora hasta el final del duelo. El cansancio no hizo mella y eso fue gracias a las rotaciones. Jacob Round y Powell propulsaron a un equipo que se vio con 17 puntos arriba a falta de algo menos de cuatro minutos para el final (77-60). El resto fue cosa de Junior Saintel, quien se encargó de encandilar al público para firmar una victoria histórica (89-68)
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