Si hay un punto en común entre los tres técnicos delbaloncesto zamorano es la dificultad por ver de nuevo una canasta en partidooficial en un corto espacio de tiempo. La rápida expansión del COVID-19 haalterado la vida a todos los ciudadanos y, a pesar de que como dice el propioSaulo Hernández de que la cabeza está en otras cosas en estos momentos, eldeporte ha sido una de ellas y ha dejado muchas dudas en el aire.
En la ciudad de Zamora hay tres conjuntos de baloncesto en ligas FEB queluchaban por diferentes objetivos en sus respectivos torneos. O había, porqueel propio coronavirus fue el causante de que las competiciones se paralizasen ytodo se quedase en una especie de pausa que ha dejado a todos los clubes con laincertidumbre de qué va a suceder.
Ángel Fernández, técnico que estaba con el CD Zamarat pugnandopor evitar el descenso de la máxima categoría nacional del baloncesto femenino,explica que cree que “no va a haber deporte hasta septiembre”, por lo que laFederación Española de Baloncesto debería tomar la decisión con el ConsejoSuperior de Deportes de “dar por anulada las competiciones”. Con la mismavisión se encuentra Nacho Domínguez, entrenador del Virgen de la Concha en LigaEBA, y que considera que “la temporada se tiene que dar por finalizada porquela situación sanitaria así lo exige”. Y es que, por su parte, Nacho se apoya enque “los contagiados han sido más de 85.000 y nada hace pensar que dentro dequince días la situación vaya a ser idónea para continuar una competición”.
La otra persona que dirige a una plantilla de baloncesto enla ciudad es Saulo Hernández, aunque este reconoce no importarle “mucho a díade hoy” el futuro de la liga porque tiene claro que “no tiene mucho sentido eldarle vueltas a qué puede pasar” cuando la cabeza está en temas como “la saludde la humanidad”.
No obstante, los tres dejan patente que se tome la decisiónque se tome desde las altas esferas del deporte español no va a quedar todo elmundo contento. Equipos que han hecho una gran inversión, plantillas que hastael momento estaban imbatidas u otras muy cerca de sus objetivos, son algunos delos que podrían ser más damnificados en caso de que se declarase nulo, mientrasque por otro lado si se aplican los descensos habría equipos que podrían apelar que tenían opciones de salir de esas posiciones en la recta final del curso.
“Si se termina la liga y se da el año por nulo, habráequipos que consideren que el esfuerzo y el dinero invertido no les compensa”,ya que “estaban a punto de conseguir el objetivo que se habían marcado”, señalaSaulo, quien también mira hacia abajo y apunta que “en el caso de que se acabela liga y haya ascensos y descensos, especialmente los equipos que desciendendirán con razón que no se ha acabado la liga y que tenían opciones de salir deesos puestos”.
Ángel Fernández va más allá y recalca que en ninguna competiciónFEB hay equipos descendidos matemáticamente y en todas se juega una fase deascenso, salvo de LEB Oro a ACB y de LEB Plata a LEB Oro que hay ascensos directos y sepodría ampliar la competición. Por su parte, Nacho Domínguez piensa en suequipo, que tiene “posibilidades” de mantenerse y en el Zamarat, que seencontraba en una “dinámica ascendente” y con “muchísimas opciones” de salvarla categoría. Por ello, Nacho cree que “sería muy injusto” decretar descensosy, en la línea de Ángel, se plantea como algo lógico darle el ascenso a “losequipos que realmente tuvieran opciones muy reales de ascender” y “reestructurarpara la temporada siguiente con más descensos”.
En cuanto a una posible reanudación para terminar la temporadalos tres son claros. Ángel Fernández explica que no cree posible jugar antes deseptiembre, mientras que Saulo, que tiene únicamente a tres jugadores en laciudad, recuerda que habría que esperar hasta poder volver a jugar. Máscontundente es Nacho, quien no lo ve posible en un deporte como el baloncesto,donde “están los jugadores en contacto constante y hay riesgo de contagio” yrecuerda que “el entrenamiento en casa no es lo mismo que uno en pista” yregresar sería “un poco irreal”.
Por ahora los tres equipos zamoranos están a la espera deuna decisión definitiva que no parece que vaya a terminar agradando a todos losque forman parte de este deporte, pero es que como explica Saulo Hernández “hayque preocuparse más de sacar adelante esta situación general y ya tendremostiempo de discutir y de valorar cuál es la opción más adecuada para latemporada que viene”.