Por primera vez en la historia reciente del Zamora, ni jugadores ni entrenador del club rojiblanco atendieron a los medios de comunicación. Fue una decisión de Víctor de Aldama, presidente ejecutivo del club, que llevó hasta las últimas consecuencias.
Estaba previsto desde la entidad que fuera el día de José y María. Ambos trabajadores llevan desde el año 1997 trabajando en el club y el presidente ejecutivo decidió que era una buena jornada para que hicieran el saque de honor. Además, también en la previa ya se especulaba con que fueran ellos los que ofrecieran la rueda de prensa al final del duelo en una medida extraña pero que podía ser entendible en caso de buen juego y victoria.
Pero con las cosas como estaban, después de empatar, la afición enfadada y el primer equipo en un mar de incertidumbre, la presencia de José y María fue más un mal trago para ellos que un homenaje. Los jugadores y el entrenador les arropaban en la sala de prensa y ellos apenas ofrecieron algunas frases.
Principalmente agradecieron la llegada del Grupo Vivir a la entidad. “Agradecemos que se valore nuestro trabajo y queremos dar las gracias al Grupo Vivir que nos ha salvado de esta situación. Sin ellos no sé dónde estaríamos. Sin ellos que es la parte fundamental no podríamos estar aquí”, explicaban ambos, ante los medios de comunicación en la sala de prensa.
Tras su paso ante los micrófonos terminó la rueda de prensa. Víctor de Aldama dejó claro que jugadores y entrenadores no darían ni una sola declaración pos partido y todos volvieron al vestuario para ducharse y masticar un empate que deja a los rojiblancos en una situación complicada.