El Zamora Club de Fútbol abría a mediados de mayo una cuenta solidaria para recibir donaciones de aficionados en general con el objetivo de paliar su preocupante falta de liquidez. Se trata de una acción que se lanzó ante la inminente necesidad de disponer de dinero para hacer frente a los apremiantes pagos que se le venían encima. Pero la cantidad fue ínfima para los pagos que debía afrontar la entidad y esa cantidad, que superó ligeramente los seis mil euros, quedó en esa cuenta.
Con el desembarco de manera oficiosa del Grupo Vivir, y la donación de 15.000 euros prometida por Víctor de Aldama para pagar parte de lo adeudado a los trabajadores, la directiva decidió que a esa cantidad se le unieran los algo más de 6.000 euros que había en la cuenta solidaria. De esa forma, los cuatro trabajadores recibían de manera global en los últimos días una cantidad que rondaba los 21.000 euros.
Así, teniendo en cuenta que los trabajadores tenían hasta seis meses de retrasos, con esta inyección económica esa deuda se habría reducido a algo menos de la mitad. Una deuda que sobre el papel desaparecerá por completo una vez que el Grupo Vivir tome las riendas del club de manera oficial, en una decisión ratificada por los socios el próximo viernes 22 de junio en la Ciudad Deportiva a las ocho de la tarde.
Mientras tanto, los gabinetes jurídicos tanto del Zamora como del Grupo Vivir trabajan para dar forma a los documentos de mínimos que deberán cumplir unos y otros una vez que la asamblea ofrezca el ‘sí’ definitivo a este grupo madrileño.