El Zamora regresa esta semana a la posición de líder del Grupo VIII de la Tercera División. La batalla en la parte alta de la clasificación sigue siendo tremendamente cerrada y aunque hay grupos en los que los líderes ya empiezan a poner tierra de por medio, en el caso del grupo castellano y leonés de Tercera la situación sigue apretada. Una situación que además promete continuar así hasta el final, dado que ahora entra una parte del campeonato en la que se producen multitud de partidos entre rivales directos de la zona alta.
La solidez defensiva del Zamora parece incuestionable. Con solo 11 goles encajados en 25 partidos, el equipo de Movilla concede, por norma, muchas menos ocasiones de las que crea. Por eso, el debate está en la parcela ofensiva. Un debate que genera la dicotomía de saber que los rojiblancos son uno de los equipos con más gol de España pero a la vez tener la certeza de que también es una de las escuadras que más ocasiones perdona por partido. Esos fallos, muchas veces groseros, están generando un halo de incertidumbre entre la hinchada, principalmente pensando que ante rivales de play off probablemente se generen menos ocasiones ante la portería rival.
Esa dicotomía se muestra en los números. Objetivamente, el Zamora es uno de los equipos que más goles lleva anotados hasta la fecha, sesenta y uno. Es más, es el tercer equipo de toda España entre Primera, Segunda, Segunda B y Tercera que mejor ratio posee de goles por partido, con una media de 2,44 dianas por encuentro. Solo el FC Barcelona, con 2,54, y el Peña Sport, con 2,48, tienen mejores guarismos en ese apartado. Además, otro de los datos que certifica el potencial del equipo en vanguardia es que es uno de los equipos de Tercera con mejor balance de goles, ya que, junto al Jaén, posee un balance de +50 gracias a los 61 goles anotados y los 11 encajados.
La otra parte de la moneda son las ocasiones falladas. Una situación que es real y reconocida por el propio vestuario del Zamora. Y es precisamente ahí donde radica el margen de mejora de los rojiblancos, que al igual que piensa la afición, son conscientes que en play off, en principio, no se generarán tantas ocasiones como el equipo está fabricando en liga regular, incluido ante rivales de entidad como Ávila, Astorga o Segoviana.
En definitiva, una dicotomía ante el gol que permite ver el vaso medio lleno o medio vacío de cara al último tercio del campeonato donde se jugarán realmente los objetivos perseguidos.