La tarde arrancó mal para el CB Zamora. Un parcial de 0-7 abrióel partido en poco más de dos minutos, obligando al técnico zamorano a pedir untiempo muerto para tratar de frenar el vendaval rival. Intención que funcionó amedias, ya que cinco minutos después el marcador del Ángel Nieto reflejaba un6-11 que mantenía la renta riojana.
Carroll anotó en una buena transición con 44 segundos porjugares, poniendo el 10-15 y apretando un duelo que llegó al segundo cuarto conun 12-19 que volvió a reflejar la velocidad visitante sobre el parqué.
Siete puntos de ventaja sobre los que se jugaron los diezminutos siguientes. La distancia aumentaba y acortaba según el paso de losminutos, pero especialmente dándose el primer caso y terminando en un 31-40 quedejaba poca alegría entre los jugadores del CB Zamora. Un conjunto incapaz de poneren aprietos a una defensa muy agresiva, que llegó a jugarse alguna que otra faltano señalada, y que sufrió especialmente a Stefanuto y Mendicote durante esosminutos.
El descanso no ayudó demasiado a los zamoranos. Con pérdidasde posesión en más ocasiones de las esperadas, el equipo se encomendó a unOkonkwo estelar debajo de los dos aros. El pívot se adueñó de los rebotes y sepeleó constantemente con un Niang que hacía lo propio en su parcela. Un duelo particular que fue el plato estelar de un tercer cuarto que acabó dejando una renta de 42-54 para los logroñeses.
La historia estuvo a punto de cambiar en el último asalto. El CB Zamora salió con todo a la pista, queriendo cambiar su imagen y el propio resultado. Unos buenos minutos del cuadro local, con un Libroia que apareció en ataque, acompañado de Costa, Canda y el resto de compañeros, y que rompió los esquemas del banquillo visitante, incapaz de sobreponerse y que veía como a falta de 3:12 los zamoranos se ponían con un 57-58 que dejaba todo en el aire.
El catalán Sergi Costa aprovechó una buena entrada a canasta de Libroia, que arrastró a varios defensores, para anotar un triple desde la esquina y firmar el 60-58 que ponía por delante a los suyos por primera vez en todo el encuentro. Pero el Clavijo respondió y Saulo volvió a pedir tiempo muerto para ganar la batalla táctica.
El base italoamericano volvió a sacar su muñeca con un triple que dejaba el marcador en un 63-65 a falta de un minuto y quince segundos para concluir el partido. Momentos de tensión con un Clavijo buscando agotar la posesión y no dar más opciones, pero que agotó la primera sin tocar aro para cabreo de su entrenador.
Los locales trataron de elaborar una jugada, pero Mendicote erró el triple y los riojanos amarraron el balón y terminaron anotando el 63-67 con solo cuatro segundos en el reloj. Canasta que terminó decidiendo un encuentro donde el Clavijo se llevó una victoria más sufrida de lo esperado antes del último cuarto.